Catalunya es una selección de gran nivel. En Montilivi, el combinado nacional ha demostrado que está capacitado para plantar cara a cualquier equipo oficial y ha ganado por 2-1 a Venezuela, un conjunto que este viernes superó a la Argentina de Leo Messi con contundencia.
Los goles catalanes los han hecho Bojan Krkic -el de siempre- y Javi Puado, que cuando sólo quedaban dos minutos de partido ha hecho enloquecer a Montilivi con un gran disparo con la pierna izquierda. En una fiesta como la que se ha vivido en el estadio rojiblanco el resultado no era lo más importante, pero ganar siempre es un valor añadido que todo el mundo agradece.
El partido de Catalunya ha sido presidido por un amplio abanico de personalidades como Damià Calvet, conseller de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Catalunya, Marta Madrenas, alcaldesa de Girona, o Joan Soteras, presidente de la Federació Catalana de Futbol. En esta ocasión, sin embargo, no han podido ver el partido desde Montilivi el president Quim Torra, que ha tenido que asistir a la cena del Premio Internacional Catalunya, que le han entregado a Vinton Cerf; como tampoco el presidente del Parlament, Roger Torrent, por motivos de cariz personal de última hora.
Piqué y los palos, protagonistas
Los jugadores de Catalunya han saltado al terreno con ganas de pasárselo bien. La grada era una fiesta y los protagonistas del terreno de juego se han querido sumar, conscientes que la ocasión de jugar a fútbol con la camiseta de la senyera no sucede cada día.
Gerard López, por su parte, ha demostrado que era plenamente consciente de la importancia de causar buena impresión, y por este motivo ha alineado a un once inicial conformado por Edgar Badía, Aleix Vidal, Gerard Piqué, Marc Bartra, Dídac Vilà, Pere Pons, Àlex Granell, Joan Jordán, Òscar Melendo, Bojan y Sergio García. Difícilmente mejorable, ciertamente.
Así, en los primeros 45 minutos la selecció catalana ha demostrado un gran nivel de juego y una fluidez impropia de unos jugadores que no juegan nunca juntos. Las ocasiones claras, sin embargo, las ha puesto Venezuela. El conjunto sudamericano ha podido superar al portero local en los minutos 14 y 29, pero Murillo y el perico Rosales han enviado la pelota al palo.
El susto ha puesto el ay en el corazón a las 12.671 personas que han llenado Montilivi, pero no ha provocado que pararan de animar. De hecho, la afición catalana ha aclamado al gran ídolo del partido, Piqué, para que chutara una falta en la frontal del área antes del descanso. El central del Barça ha aceptado el reto y, delante de Granell, el otro candidato, ha enviado la pelota al larguero.
Antes de entrar en los vestuarios, Gerard López ha retirado al ovacionado Sergio García, el capitán de Catalunya, y ha dado la oportunidad de debutar a Pere Milla, el extremo leridano del Eibar.
Bojan, siempre Bojan
En la segunda parte, como no podía ser de otra manera, Gerard López ha revolucionado el equipo y ha introducido 8 cambios. Sólo Piqué, Aleix Vidal y Bojan se han mantenido sobre el césped; mientras que hombres como Aleix García, Marc Cucurella, Oriol Romeu o Marc Muniesa han saltado al terreno de juego.
Muy pronto, sin embargo, el seleccionador catalán ha realizado una sustitución con ADN blaugrana. El joven Riqui Puig ha entrado en el lugar de Piqué y muy pronto ha demostrado porque es una de las grandes promesas del Miniestadi.
Justo después de entrar, el centrocampista ha regalado un pase al espacio para un Martín Montoya que prácticamente sin querer ha regalado el gol a Bojan. Un año más, el chico de Linyola ha vuelto a mojar con la senyera. Sólo se habían disputado 6 minutos del segundo tiempo.
La alegría catalana, sin embargo, ha durado muy poco. Si el público gerundense lo ha pasado mal en algún momento ha sido en el minuto 58, cuando una pelota de Roberto Rosales ha entrado muy poco a poco en la portería de Becerra. El lateral del Espanyol ha aprovechado un error de Montoya para plantarse ante el portero del Nàstic y batirlo por debajo de las piernas.
El gol de la vinotinto, aun así, no ha atemorizado una Catalunya que con el paso de los minutos se han hecho más fuerte. Aleix García, Riqui y Oriol Romeu se han apoderado del centro del campo y, gracias a un vertical Cucurella, han empezado a atemorizar a Venezuela. Mientras tanto, Javi Puado y Marc Cardona han sustituido a Bojan y Aleix Vidal.
Ha sido el delantero del Espanyol quien, cuando parecía que el partido moriría con empate al marcador, ha conseguido el gol ganador con un buen disparo con la pierna izquierda desde el interior del área. La diana ha sido el premio para una afición que esta noche se ha entregado a la selección. Una selección que ha demostrado que está más que capacitada para competir de manera oficial.