El Celta supera al Barça (2-1) para consumar el suplicio que ha vivido hasta sellar la salvación. Con Iago Aspas como gran ausente en el once local, Gabri Veiga ha tomado su testigo para hacer un doblete que lo ha significado todo para los suyos.
Mero trámite para el Barça, la vida para el Celta
La última jornada de esta Liga Santander se presentaba como un mero trámite para el conjunto blaugrana. Lo antagonista sería para los 'celtiñas', que se jugaban la vida y dependían de sí mismos para no descender. Balaídos esperaba a los suyos lleno hasta la bandera, pero la afición local dividiría su atención entre lo que estaba pasando delante de sus ojos y en los resultados de Elche, Valladolid, Sevilla y Cornellà.
Y es que la jornada arrancaba con el Almería cerrando la zona roja, pero con hasta seis equipos jugándose la salvación, no valían especulaciones. Los de Carlos Carvalhal tenían que salir a morir contra el líder, que si bien ya no se jugaba nada y venía dejando malas sensaciones en las últimas fechas, viene de una penúltima jornada en la que atropelló al Mallorca (3-0).
De hecho, empezaría dominador y materializaría esta superioridad con un gol de Kessie en el 11' que no subiría al marcador por fuera de juego del marfileño. No obstante, el combinado celeste, aunque le ha costado coger temperatura, se ha empezado a destensar cuando ha visto que el Barça que tenía en frente no era el líder sometedor que se ha visto durante toda la temporada.
Gabri Veiga toma el testigo de Iago Apas
El Celta asumía las riendas del partido ante un Barça repleto de modificaciones. Xavi volvía a apostar por Eric Garcia de pivote e incluía a Ferran Torres en la delantera, mientras que el conjunto local salía con todo con la única ausencia destacada de Iago Aspas. El futbolista insignia de los gallegos, convaleciente de una lesión, es gran parte del peso ofensivo de los suyos. Con todo, a quien le tomaría el testigo sería el de siempre: Gabri Veiga. La nueva sensación 'celtiña', en el 37,' haría estallar la gradería local con un gol que significaba la salvación después de una pérdida blaugrana en la medular.
Pero es que al 65', el propio Veiga marcaría su segundo gol particular para acabar de desatar la fiesta local. Esta vez, lo haría con un centro que se envenenaría y acabaría entrando por la escuadra de un Iñaki Peña que acababa de entrar en el terreno de juego sustituyendo a Ter Stegen. Estaba escrito en el destino que el héroe de esta salvación fuera el joven talento de Porriño, que se convertía en el primer jugador en marcarle un doblete al Barçaen Liga desde, precisamente, Iago Aspas en el mes de noviembre de 2021.
Ansu Fati pone el susto en el cuerpo a los gallegos hasta el final
Con Raphinha y Ferran en las alas, el Barça no estaba suponiendo amenaza, pero con la entrada de Ousmane Dembélé y de Ansu Fati, los de Xavi —sobre todo con el francés— ganarían argumentos. De hecho, sería el '7' quien pondría en bandeja un centro para que Ansu Fati hiciera el gol que pondría el susto en el cuerpo a los gallegos hasta el final. Sea como fuere, el Celta ya estaba apegado con todo a la categoría y, con el aliento de Balaídos alentándolo, el partido acabaría con victoria local.
Y de esta manera, el Celta consuma la salvación, así como lo han hecho Cádiz, Getafe, Valencia y Almería en una jornada final de absolutos locos. La cara amarga de la noche ha recaído en Valladolid, que es finalmente quien se lleva el envenenado billete hacia Segunda División que se sorteaba este fin de semana.