Pau Víctor sigue acumulando ofertas para poder abandonar el Barça durante el mercado de invierno. Aunque Joan Laporta ha encontrado una solución para poder inscribir al delantero de 23 años y a Dani Olmo, esto no quiere decir que la continuidad del ‘18’ esté asegurada en absoluto. Porque no está satisfecho en absoluto con las oportunidades que Hans-Dieter Flick le ha dado, y cree que ha hecho méritos para merecer jugar con mucha más regularidad.
Durante la pretemporada dejó unas sensaciones magníficas, y sorprendió con sus increíbles actuaciones y con su facilidad para marcar las diferencias a base de goles. Pero esto no le ha bastado para que ‘Hansi’ le dé más minutos, y ha sido uno de los futbolistas menos utilizados de la plantilla, siendo la última opción en las rotaciones para el ataque, por detrás de Lamine Yamal, Raphinha Dias, Robert Lewandowski, Dani Olmo, e incluso Anssumane Fati y Pau Víctor.
La paciencia del ex del Girona y del CE Sabadell ya se ha agotado por completo, y acusa al entrenador alemán de mentirle, después de que en verano le prometiera que sería importante en sus planes, y le obligara a rechazar las ofertas que recibió para salir del Camp Nou. Y es que tenía muchas propuestas de otros conjuntos de La Liga EA Sports, y también de La Liga Hypermotion, para marcharse a préstamo y acumular más experiencia.
Es inevitable que Pau Víctor se despida del Barça durante este enero, y entre los equipos que están peleando por conseguir su aterrizaje nos podemos encontrar con el Betis, el Valencia, el RCD Mallorca, el Leganés o el Getafe. Y el último club que ha irrumpido con fuerza y ya se ha atrevido a solicitar la cesión del delantero nacido en Sant Cugat del Vallés es el Celta de Vigo, que se prepara para la posible salida de Anastasios Douvikas.
Claudio Giráldez cree que puede ser un fichaje sensacional para el ataque, y que podría convertirse en un socio ideal para Borja Iglesias, Iago Aspas y compañía.
Flick será quien decida el futuro de Pau Víctor
Laporta y Deco no pondrán problemas a la salida de Pau Víctor a Balaídos o a cualquier otro lugar, siempre y cuando el futbolista pida que le dejen irse. Pero será Flick quien tenga la última palabra.
Y si el mánager de 59 años se niega a debilitar la plantilla del Barça, estará obligado a permanecer en el vestuario en contra de su voluntad.