Checo Pérez no terminó nada contento el Gran Premio de Miami. El mexicano había sido segundo, pero acababa de comprobar que no tiene ninguna opción de ganar el Mundial de Fórmula 1. Y es que Red Bull, su equipo, había llevado a cabo una estrategia difícil de entender, dando todas las ventajas a Max Verstappen, que salía 9º, en lugar de apostar por Checo Pérez, que empezaba la carrera desde la pole position. Verstappen empezó con neumáticos duros, mientras que la mayoría de pilotos, incluido Pérez, lo hicieron con neumáticos medios, una estrategia fabulosa para el neerlandés, que no tuvo ningún problema en ir adelantando a sus rivales como si fueran conos. Tras el cambio de neumáticos, salió 2º, justo detrás de Checo Pérez, que con los neumáticos mucho más desgastados no pudo hacer nada para evitar el adelantamiento de Verstappen.
Según algunas informaciones, Checo Pérez sospecha que detrás de toda la política de Red Bull, que ha decidido apostarlo todo por Max Verstappen, estaría su padre, Jon, un asiduo del paddock. Se ha llegado a decir que el entorno del piloto neerlandés habría llegado a amenazar con salir de Red Bull después de lo acontecido en Arabia Saudita, cuando la escudería austriaca dio libertad a ambos pilotos, lo que provocó que en aquella carrera ganara Checo Pérez.
El mal perder de Jon Verstappen
"Obviamente, mi padre es mi mayor fan. No me gusta perder y a mi padre tampoco. Así es como crecimos, pero siempre muestran las imágenes equivocadas, por supuesto", afirmó Verstappen después de la carrera de Arabia Saudita. Jon Verstappen estaba en el paddock y mostró su desaprobación con la victoria de Checo Pérez, una imagen que sentó muy mal a los seguidores del piloto mexicano. El punto culminante se vivió cuando Pérez fue a celebrar la victoria con el equipo, momento en el que Jon Verstappen se apartó y se quedó impasible.
"Checo se baja del coche y quiere celebrar con sus mecánicos, lo cual es bastante normal. Pero mi padre no pertenece a esa fiesta, por supuesto. Por lo tanto, mi padre no se metió ahí. Creo que algo así es completamente normal, aunque algunas personas no lo vean así. Pero no pasa nada, simplemente que esas personas no lo ven así", justificó Max Verstappen.
Checo Pérez, perjudicado en Miami
La consecuencia es que parece que en Red Bull se ha acabado la política de que ambos pilotos son iguales para el equipo y que tienen libertad total para ir al límite en busca de la victoria. Para Checo Pérez, en Miami el equipo debería haber apostado por él, que salía desde la primera posición, en lugar de hacerlo por un Verstappen que salía 9º. El neerlandés, con un coche superior al resto, habría terminado en la segunda posición con total seguridad, mientras que el mexicano habría ganado con facilidad.
La estrategia de Red Bull, pues, únicamente perjudicó a Checo Pérez, que en un circuito muy especial para él, por la enorme cantidad de aficionados mexicanos que fueron a las gradas, no pudo llevarse la victoria por una estrategia mal hecha desde el primer momento.