En Red Bull han iniciado la temporada como un auténtico cohete, nunca mejor dicho, puesto que su monoplaza parece uno. En el podio siempre ha habido uno de sus dos pilotos, e incluso en el Gran Premio de Bahréin, estuvieron ambos. Checo Pérez quedó primero y Max Verstappen, segundo, después de una espectacular remontada.

Así pues, en la marca austríaca se las prometían muy felices. No es de extrañar viendo el rendimiento de su coche. El resto de equipos, parece que se va a tener que limitar a luchar por el segundo puesto, en la denominada liga de los mortales. Porque, lo cierto, es que los de la bebida energética parecen estar a años luz de los demás.

Carlos Sainz, Max Verstappen y Checo Pérez en el Gran Premio de Bélgica / Foto: Europa Press

Tensión entre Checo Pérez y Max Verstappen

Sin embargo, a pesar de que son los grandes favoritos, todo podría dar un vuelco. Y es que, de un tiempo a esta parte, se oyen rumores sobre una mala relación entre los dos pilotos de Red Bull. Este hecho, podría suponer una guerra interna, como sucediera, por ejemplo, con Lewis Hamilton y Fernando Alonso en 2007 en McLaren.

Indicios, hay. Por lo menos desde la temporada pasada. Durante la última etapa de la temporada, en el Gran Premio de Brasil, con un Verstappen ya campeón y sin nada en juego, Pérez se jugaba el subcampeonato. Una posición que no solamente interesaba al mexicano, sino también al equipo para llevarse el mundial de constructores. 

Checo Pérez celebrando una victoria con su equipo / Foto: EFE

El neerlandés lideraba la carrera y el equipo, a través de la radio, le pidió que dejase pasar a Checo. Pero eso nunca se dio y Charles Leclerc, logró el subcampeonato. Al finalizar, un molesto Checo Pérez espetó: "si tiene dos campeonatos es gracias a mí". Y este año, la relación no parece haber mejorado. En el gran premio de Bahréin, 'Mad Max' arrebató la vuelta rápida a su compañero, en contra de las indicaciones de Red Bull, para seguir liderando el Mundial.

Red Bull se decanta por Max Verstappen

A pesar de que Red Bull no se ha movido al respecto para desmentir la mala relación, sus actos hablan por sí solos. Si es cierto que el año pasado, tras el Gran Premio de Brasil, reconocieron no gestionar bien la situación entre Verstappen y Checo Pérez, pero la cosa quedó ahí.

Max Verstappen celebrando su triunfo en Australia / Foto: Europa Press - James Gasperotti

Este año, Max ha empezado igual que el anterior, con arrebatos de niño caprichoso que quiere ser el centro de atención. Y Red Bull se lo permite, primero porque no lo llaman al orden, y segundo porque el monoplaza está hecho por y para él. El coche que está construyendo la marca austriaca se adapta al pilotaje del neerlandés y está hecho a su medida.

Ha quedado claro, ante la impasibilidad de los mandamases de Red Bull, que Verstappen es su piloto número 1 y que el mexicano queda relegado a un segundo plano. Todo se rige basándose en el criterio de Max Verstappen y adaptándose a sus necesidades, sin tener en cuenta a Checo Pérez. El mexicano es un piloto número 2 a todos los efectos.