Nunca es un buen momento para visitar al Liverpool en Anfield, pero todavía menos lo era este para el Manchester City de Pep Guardiola. El equipo dominador de la Premier League en los últimos años se despide prácticamente de la lucha por el título tras caer 2-0 ante el Liverpool en la jornada 13. El duelo ha dejado claros el momento por el que pasan ambos equipos y la mejor noticia para el City ha sido el resultado. Salah y Gakpo han sido los autores de los goles para el conjunto local, y los dos podían haber marcado uno más cada uno.
El guion esperado de dos realidades muy contrastadas
Empezaba a rodar el balón en Anfield y tanto la grada como los jugadores del Liverpool tenían clara la misión: asfixiar mental y futbolísticamente al rival, y así lo hicieron. El conjunto dirigido por Arne Slot ha salido 100% conectado al duelo consciente de la importancia de ganar al que, hasta esta temporada, ha sido el rival a batir en liga. Las llegadas a la portería de Stefan Ortega, el titular hoy por decisión de Guardiola, no han tardado en llegar, obligando al portero a hacer su primera intervención en el minuto cuatro en un disparo de Gakpo. La jugada ha quedado anulada por fuera de juego, pero ha sido una declaración de intenciones por parte de los locales. A partir de aquí y durante los próximos minutos, los ataques del Liverpool han sido constantes, incluido un remate al palo de Virgil van Dijk. Parecía que los de Manchester se habían salvado, pero en la siguiente jugada ha llegado el merecido gol red. Mohamed Salah se ha inventado un pase hacia el segundo palo que solo él ha visto, y Gakpo que, algo intuía, aparecía para marcar a puerta vacía (1-0).
Por sensaciones y resultado, el partido estaba donde Slot quería, mientras que Guardiola se lo miraba con aparente tranquilidad desde la banda. Sin embargo, la intensidad inicial del Liverpool ha disminuido dando un respiro al City que, por primera vez, ha podido salir jugando desde campo propio. La mejor noticia hasta el momento para los visitantes es que los locales ya no vivían en su área, como sí que ha estado pasando durante el primer cuarto de hora. El City ha conseguido hacerse con el dominio de la pelota, aunque sin generar peligro, y el Liverpool se ha sentido cómodo con este plan de partido que le ha permitido jugar al contraataque.
El primer tiempo no ha dado para más. El City ha conseguido no sucumbir al agresivo juego del Liverpool propuesto al inicio del duelo, pero no ha podido evitar recibir un gol. Además, únicamente ha realizado un disparo en los primeros 45 minutos, lo ha hecho Rico Lewis en el minuto 39 y no ha ido ni a portería. Muchos ajustes tenía que hacer Guardiola al descanso para que las cosas cambiaran en la segunda parte.
El City con más intenciones que hechos
El City ha salido con otra cara en la segunda parte en comparación con el inicio del partido. La mejora en el tramo final del primer tiempo ha tenido continuidad y los de Guardiola ya eran consciente de que todo tenía que pasar por hacerse con el dominio del esférico. No obstante, el Liverpool ni mucho menos tenía en mente dejar de atacar y no dudó en ir a por el segundo tanto. Y este ha podido llegar de nuevo en las botas de Gakpo después de un gran pase de Robertson, pero una acción defensiva de mucho mérito de Nunes se ha interpuesto en el remate del neerlandés. No se había llegado a la hora de juego y el Liverpool estaba mereciendo el segundo y este ha podido llegar en uno mano a mano de Salah tras un error en la salida del City. Afortunadamente para el conjunto de Guardiola, el egipcio ha errado un gol que ya cantaba Anfield. Los visitantes han estado muy erráticos en las entregas y el Liverpool no ha perdido la concentración ni la intensidad para presionar cada salida de balón. De hecho, en una nueva perdida del City, Luis Díaz ha recuperado el esférico y Ortega ha cometido penalti sobre el colombiano. Desde los once metros, Salah no ha fallado y el 2-0 se ha instaurado en el marcador.
Anfield sentencia al City
En el tramo final de partido, Kevin de Bruyne, que ha entrado en el minuto 80, ha recuperado el balón sobre van Dijk en el único error del defensa, pero el mediocampista no ha estado acertado en el mano a mano ante Kelleher. Este ha sido el segundo y último disparo del City en el duelo. Con el pitido final, la distancia entre Liverpool y Manchester City se ha ampliado a 11 puntos, una diferencia abismal a esta altura de la temporada que deja al conjunto de Guardiola muy lejos de poder luchar por el campeonato.