No ha habido hazaña. El Manchester City no ha tenido suficiente con una gran primera mitad y no ha podido remontar contra el Liverpool (1-2). Los reds, además, han conseguido dar la vuelta al gol inicial de Gabriel Jesus gracias a los tantos de Salah i Firmino en un partido en el que Guardiola ha sido expulsado por protestar.
Mateu Lahoz, protagonista esperado
Mientras el Barça naufragaba en Roma, escenario de la primera Champions de Guardiola como entrenador, el Manchester City hacía una exhibición de fútbol total en el Etihad. Los citizens han salido desde el primer minuto de la Champions dispuestos a dar la vuelta al engañoso 3-0 de la ida... y lo han hecho con el ingrediente que nunca negocia el técnico de Santpedor en sus recetas: la identidad.
Por muy difícil que fuera, Guardiola ha sido fiel a sus ideas y durante la primera mitad su equipo ha tenido una gran cantidad de ocasiones gracias al ataque posicional. De Bruyne y Sané han liderado a un conjunto con tres centrales que ha merecido mucho más que marcharse al descanso con sólo un gol de ventaja. Y ya no sólo por todas las oportunidades que han desperdiciado, que también, sino porque los locales han visto portería en dos ocasiones: el gol de Gabriel Jesus en el segundo minuto de partido ha subido al marcador, pero el de Sané justo antes de llegar al descanso ha sido anulado por fuera de juego inexistente.
El monólogo del City ha contado con la intrusión nada inesperada de un actor que no estaba invitado a ser principal. Como es habitual, Mateu Lahoz, árbitro del partido, se ha empeñado en hacerse notar. Sin valorar si sus decisiones han sido más o menos acertadas, las incontables tarjetas amarillas que ha enseñado han evidenciado sus problemas para gestionar el partido, y las charlas innecesarias que ha mantenido con algunos futbolistas lo han convertido en protagonista. Y el punto álgido de su opera prima ha llegado con la expulsión a Guardiola por protestar.
Salah no cree en los milagros
Quien sí que estaba invitado, no obstante, era Salah. El egipcio está completando una gran temporada y ha decidido poner fin a las esperanzas citizens sólo empezar la segunda mitad. El Liverpool ha tenido suficiente con trenzar una jugada que el extremo se ha encargado de culminar con una ligera vaselina para superar a Ederson. El tanto obligaba el City a hacer cuatro... y los de Manchester han sido obligados a despertar del sueño.
El gol ha sido todo un jarro de agua fría para los aficionados locales y los suyos. La remontada estaba mucho más lejos y la entrada de Agüero y Gündogan no ha tenido ninguna consecuencia. Todo ha provocado que se bajara el telón y se pusiera fin al espectáculo. El City ha dejado de creer en sus posibilidades y la reanudación se ha convertido en un trámite.
Con todo muy encaminado, Firmino ha aprovechado una transición rápida para marcar el segundo gol visitante y sentenciar la eliminatoria. Desde la grada, el rostro de Guardiola ejemplarizaba a la perfección el sentimiento de todo el Etihad Stadium. Aunque ha creído en la remontada, el Manchester City ha sido eliminado en los cuartos de final de la Champions, mientras que el Liverpool se ha vuelto a colar, después de muchas temporadas, entre los cuatro mejores equipos de Europa.