La historia de siempre en el Santiago Bernabéu: Pep Guardiola pisa el césped del feudo blanco y, en pocas horas, provoca una crisis en el Real Madrid. Este miércoles, el Manchester City del técnico de Santpedor ha derrotado al conjunto blanco en el partido de ida de los octavos de final de la Champions League (1-2). Las dianas de Gabriel Jesús y Kevin de Bruyne, de penalti, han servido para neutralizar un gol de Isco en el minuto 60. Los ingleses lo merecían y, a diferencia de otras ocasiones, el fútbol ha sido justo. El Madrid, contra las cuerdas en Europa.

Máxima igualdad

Decían los expertos que el City sería capaz de dominar la posesión del partido sin oposición, pero lo cierto es que, en la primera parte, los de Guardiola no han podido desarrollar su plan de juego. El Real Madrid, con Casemiro, Luka Modric y Fede Valverde en la sala de máquinas, ha conseguido plantar cara y, aunque ha sido incapaz de profundizar, como mínimo ha podido contener las triangulaciones inglesas en su campo.

Así, ha habido que esperar hasta el minuto 21 para poder anotar la primera oportunidad del partido. Esta ha tardado en llegar pero ha sido clarísima: Kevin De Bruyne ha habilitado a Gabriel Jesús con una pase entre líneas espectacular y el brasileño, después de recortar, ha chutado con potencia pero sin puntería, de manera que Thibaut Courtois ha podido neutralizar la acción.

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La respuesta del Madrid -la única de la primera parte- ha tenido lugar de manera inmediata. Ferland Mendy ha encontrado a Karim Benzema en el segundo palo, pero el francés no ha podido superar a Ederson con un remate picado de cabeza. El portero brasileño ha puesto la mano abajo de manera providencial y Vinícius, solo en la pequeña, no ha podido cazar el rebote. El extremo carioca tiene muchas condiciones necesarias para triunfar pero le falla la más importante: el gol.

La ocasión blanca, sin embargo, no ha atemorizado a los futbolistas de Guardiola, que han seguido apostando por la velocidad a la hora de sorprender al Madrid. Y han estado a punto de conseguirlo. Justo antes del descanso, Gabriel Jesús ha vuelto a contar con una oportunidad muy clara para estrenar el marcador, pero Casemiro, bajo palos, ha salvado un remate que entraba a la portería después de ser desviado por Sergio Ramos.

Mahrez perdona, Gabriel Jesús no

No se puede decir que el guión sea sorprendente. En el inicio de la segunda parte, el City ha contado con dos ocasiones extremadamente claras para firmar el 0-1, pero Ryad Mahrez, por partida doble, las ha desperdiciado. El extremo argelino primero lo ha probado con un cacao con rosca, pero la pelota ha rozado el palo derecho de Courtois. Posteriormente, sólo seis minutos después, ha podido perforar la portería con un disparo colocado, pero el portero blanco ha respondido con una parada de las que valen títulos.

Y entonces, gol. El Madrid sufría pero el City, como en las últimas ediciones de la Champions League, ha pagado su falta de contundencia, de oficio o de sangre fría. El equipo inglés es sintético y hay cosas que ni siquiera Guardiola puede cambiar. En el minuto 60, un doble error en la salida de pelota entre Rodri y Kyle Walker lo ha aprovechado Vinícius para regalar el 1-0 a Isco. El seguidor blanco, conocedor de la idiosincrasia del club en competición continental, respiraba aliviado.

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La diana del Madrid ha obligado Guardiola a mover ficha. El de Santpedor, buscando la puntería que sus hombres no habían tenido, ha sustituido a Bernardo Silva por un hombre mucho más explosivo, Raheem Sterling. Con el marcador a favor, los de Zidane han conseguido llevar el parido donde querían e incluso han sido capaces de dominar la pelota. El técnico francés ha dado paso a Gareth Bale, probablemente buscando una jugada aislada para rematar el duelo.

Quien lo ha encontrado, sin embargo, ha sido el City. Contra todo pronóstico, cuando los blancos dominaban, De Bruyne se ha inventado una centro en el segundo palo del área merengue y allí, después de deshacerse de Ramos, Gabriel Jesús ha firmado el empate con la cabeza. El central andaluz, poco amigo del juego limpio, ha intentando engañar al árbitro con una piscina descarada.

Pero Guardiola y sus hombres querían más sangre. Automáticamente después de empatar, los ingleses con contado con una oportunidad de oro por firmar el 1-2. El remate del omnipresente Jesús, sin embargo, ha salido por encima del travesaño.

Poco importaba. En el minuto 82, Sterling ha hecho valer su velocidad y ha forzado un penalti estúpido de Dani Carvajal. De Bruyne no ha fallado desde los once metros y ha incendiado el feudo blanco, amigo de las remontadas siempre que no sean en contra.

Como en las películas, sin embargo, lo mejor es el final. Cuando quedaban 5 minutos para el fin del encuentro, Gabriel Jesús ha aprovechado un regalo de Casemiro, se ha escapado solo, y ha forzado la expulsión de Ramos, que se perderá la vuelta. La guinda hubiera sido que Mahrez convirtiera la falta directa, pero el argelino no tenía el día.

Sea como sea, el partido del City solo se puede interpretar en clave positiva para los intereses de Guardiola. El conjunto de Manchester da un paso de gigante para estar en los cuartos de final del torneo -dos goles fuera de casa pueden ser letales- y, de paso y por fortuna de los culés, el Madrid queda muy tocado antes del Clásico que tendrá lugar este domingo en el Bernabéu.