La Supercopa de España se ha vestido históricamente de blanco y blaugrana. Barça y Real Madrid han sido los claros dominadores de esta competición, que desde hace cinco temporadas ha pasado de ser un torneo estival decidido a través de una eliminatoria de ida y vuelta entre el ganador de Liga y de la Copa de la temporada anterior a una competición con cuatro equipos implicados que se disputa en Arabia Saudí.

El atractivo que ha ganado la Supercopa con este formado es innegable, pero la ubicación escogida está creando una infinidad de problemas. Al vergonzoso episodio que vivieron los seguidores y familiares del Mallorca después del pasado partido contra el Real Madrid, hay que sumar que las aficiones de los clubs implicados nunca sentirán como suyo un torneo disputado a miles de kilómetros, con gradas semivacías en casi todos los partidos de semifinales y sin ambiente de fútbol. Es una competición que de forma inevitable tiene tintes artificiales, pero es el primer título oficial de la temporada, que puede servir para impulsar dinámicas.

Lamine Yamal y Mbappé durante el pasado Real Madrid - Barça del Bernabéu / Foto: Europa Press

El Barça quiere seguir siendo el rey de la Supercopa

Más todavía cuando la final es un Clásico. Por tercera temporada consecutiva, Arabia Saudí tendrá su partido más esperado: un Barça - Madrid para decidir su título. Esta será la 27.ª presencia del club blaugrana en una final de la Supercopa, con 14 victorias culés. El Barça es el rey de esta competición, perseguido por un Real Madrid que el próximo domingo podría igualar los registros de su máximo rival. Así, se espera un duelo de alto voltaje, con el equipo de Flick intentando mantener su corona.

Esta será la 41.ª edición de la Supercopa, la quinta desde el traslado a Arabia Saudí. En total, son 10 Clásicos los que ya hemos vivido en esta competición. El último precedente lo tenemos la temporada anterior, cuando el equipo de Carlo Ancelotti goleó al de Xavi, en un enfrentamiento que tuvo un único rumbo. En cambio, dos años atrás, el ganador fue el Barça, también con una goleada imponente (3-1).

Gavi dedica su gol en las semifinals a Dani Olmo / Foto: EFE

El juicio del Barça se traslada al campo

Este segundo Clásico oficial de la temporada será una prueba de fuego para el Barça de Hansi Flick. Primero de todo, porque tendrá que ser capaz de aislarse de todo el ruido generado en estos primeros días de año por el caso Dani Olmo y demostrar que son un equipo que puede aspirar a todo. Y es que después de un inicio de temporada casi inmaculado, los meses de noviembre y diciembre han sido para el olvido.

Por este motivo, coger el Clásico de este curso al Bernabéu como referencia puede ser un poco arriesgado. En aquella ocasión, el Barça atropelló a un Madrid inofensivo. La realidad es que este domingo se espera un duelo más igualado, ya que el equipo de Ancelotti ha recuperado estabilidad recientemente. Ambos equipos no tuvieron problemas para superar sus respectivas semifinales. En clave blaugrana, las principales dudas que hay el XI titular son a la portería y en la mediapunta. Flick no ha dado ninguna pista en la rueda de prensa previa, aunque se espera que Iñaki Peña vuelva a la titularidad y que Gavi se imponga a Dani Olmo, que estaría deseando hablar, por fin, en el campo. El césped dictará sentencia.