Cole Palmer se ha convertido en uno de los nombres de la Premier League 2024/25. El joven mediapunta inglés, que en el 2023 salió del Manchester City para fichar por el Chelsea, se ha convertido en uno de los grandes referentes de los blues, con los que ha marcado ya 43 goles en 106 partidos, unos números espectaculares a los que añade una calidad en el juego excelsa.
Palmer, además de buen jugador, es un personaje peculiar, muy excéntrico, lo que ya ha generado alguna polémica, como su recordada celebración en la final de la Eurocopa sub-21 del 2023, cuando desafió a todo el banquillo de la selección española. Y ahora, la nueva excentricidad de Palmer ha sido la de patentar de forma oficial su habitual celebración de los goles, haciendo ver que tiene frío, lo que le ha generado un nuevo apodo: Cold Palmer.
Cole Palmer se apropia de una celebración no tan genuina
El registro llevado a cabo por Cole Palmer no impide que otros jugadores celebren los goles de la misma forma. Lo que pretende el jugador es que ningún otro futbolista pueda sacar un rendimiento económico con la celebración, una excentricidad que difícilmente puede llevarse a cabo. De hecho, ya en el pasado Iker Muniain realizó esta celebración y es habitual que la lleve a cabo Diego López, jugador del Valencia. Ante la noticia, el propio Diego López se ha mofado de Cole Palmer, publicando en las redes sociales su celebración.
Lo cierto es que Cole Palmer se añade a la última moda del fútbol de élite, el de patentar una celebración. Ya lo hicieron Mbappé y Bellingham, a los que le siguió Dani Olmo y su gesto de hacer ver que mira el reloj.
La celebración de los goles y el intento de crear una marca personal
Y es que la celebración genuina de los goles es todo un clásico en el mundo del fútbol, desde las volteretas de Hugo Sánchez hasta el avión de Romario, pasando por el siu de Cristiano Ronaldo o los brazos extendidos de Leo Messi, una celebración que, por cierto, ahora se ha autoasignado Jude Bellingham, como si fuera genuina de él. También hubo de muy polémicas, como el día que Robbie Fowler hizo ver que esnifaba la línea de fondo o cuando Leandro, delantero del Valencia, hizo ver que era un perro, incluso orinando sobre el terreno de juego.
Después de que hace unos años se decidiera erradicar el gesto de quitarse la camiseta, que equivale a una amonestación, algunos jugadores han intentado crear una imagen propia repitiendo una celebración, lo más genuina posible. Cole Palmer pretende que el gesto que él realiza sea suyo, cobrando si en el futuro otro jugador pretende agenciárselo, un hecho curioso que no deja de ser otra campaña más para polemizar y que se hable de él.