16 temporadas. 532 partidos. 22 títulos. Este es el impresionante bagaje de Marcelo Vieira en el Real Madrid, unos números y una incidencia en los éxitos que convierten al lateral brasileño en una auténtica leyenda viviente del club. Marcelo, sin embargo, hace un tiempo que no es feliz en el Madrid. Lleva dos temporadas jugando muy poco y la situación ha empeorado con Carlo Ancelotti, que prácticamente no cuenta con él. El brasileño es consciente de que su físico ya no está como para jugar cada 3 días, pero tampoco que hasta la fecha solo haya participado en 108 minutos repartidos en 4 partidos distintos.
Con 33 años y un contrato que expira el próximo 30 de junio, Marcelo tenía la opción de renovar un año más a la baja, como le ha propuesto el club, o hacer las maletas. Le ha llegado alguna oferta de Europa y dos de Brasil, donde parece que estará su futuro. Marcelo aceptará salir, aunque espera que el Real Madrid lo recompense con algún acto de despedida.
Marcelo, destino Brasil
Marcelo entiende que sus días en el Real Madrid han acabado, que toca moverse, y ve con buenos ojos jugar un par de temporadas más en Brasil, donde el ritmo de los partidos es mucho más bajo. Según Lance, el Fluminense ya se ha puesto en contacto con Marcelo, que de este modo podría volver al club del que salió, una manera de despedirse del fútbol cerrando el círculo.
Y al Flu se ha añadido otro histórico de Rio de Janeiro, el Botafogo, que tras volver al Brasileirao tras estar en segunda ha ido fuerte al mercado, a la búsqueda de viejas glorias del fútbol mundial. Los experimentos con Keisuke Honda y Salomon Kalou salieron mal, pero ello no evita que quieran a Marcelo. Según Torcedores.com, el fichaje es un deseo personal de Durcésio Mello, el presidente de la entidad, que espera sufragar el salario del lateral del Madrid a través de patrocinadores.
Botafogo-Marcelo, una relación que viene de lejos
El Botafogo lleva cuatro años soñando con lograr el fichaje de Marcelo. Y es que en 2017, en una entrevista a Globoesporte, el jugador del Real Madrid dejó claras sus intenciones si algún día volvía al fútbol brasileño. “Me encantaría poder jugar algún día en el Botafogo. Sería genial”, afirmó el jugador. Estas declaraciones generaron un enorme alboroto en Brasil, hasta el punto de que el presidente de la entidad no tardó en salir en público para recoger el guante.
“Aquí un botafoguense siempre es bienvenido”, publicó el Botafogo en las redes sociales, otorgándole ya el dorsal 6 del equipo. Quién sabe si ahora, cuatro años después, los caminos del club de Rio de Janeiro y de Marcelo se acaban cruzando definitivamente.