La Audiencia de Almería ha condenado al futbolista Santi Mina a cuatro años de prisión por un delito de abuso sexual a una mujer el 18 de junio del 2017 en la localidad almeriense de Mojácar. Por aquel entonces, el ahora futbolista del Celta de Vigo, equipo en el cuál se formó, jugaba en el Valencia y estaba de vacaciones en la Costa de Almería con su amigo y excompañero en el equipo vigués, David Goldar.
Cárcel, orden de alejamiento e indemnización
Pese a la condena a Mina, el tribunal presidido por la magistrada Társila Martínez lo ha absuelto de agresión sexual, por el que el fiscal pedía ocho años de prisión y la acusación particular nueve años y medio de cárcel, eximiendo de cualquier responsabilidad penal a Goldar, actual defensa central del Ibiza.
Además de los cuatro años de cárcel, también se le ha impuesto una orden de alejamiento de 500 metros respecto de la víctima durante 12 años y el pago de una indemnización de 50.000 euros. Por su parte, David Goldar ha resultado absuelto del delito de agresión sexual que le imputaba únicamente la acusación particular, ya que la Fiscalía no ha actuado contra él en la causa, por el que también se enfrentaba a nueve años y medio de prisión.
Los hechos, según el escrito de la Fiscalía, ocurrieron en una madrugada de junio de 2017, cuando Santi Mina aprovechó que su amigo David Goldar se había ido con una mujer a la caravana que tenía estacionada en las proximidades de una discoteca de Mojácar para entrar al vehículo y abusar de ella sexualmente.
No ha dejado de jugar en ningún momento
En la vista oral que se produjo entre el día 28 y el 30 de marzo, fueron muy polémicas las palabras de la abogada de Santi Mina. Los profesionales del Instituto de Medicina Legal (IML) de Almería aseguraron que la lesión "genital" que presentaba la joven víctima era "compatible y verosímil" con la agresión sexual que se estaba juzgando y explicaron también que la "sintomatología" de trastorno de estrés postraumático que se le diagnosticó estaba "directamente relacionada" con los hechos que relataba.
Pero la abogada intentó desacreditarlo de una forma muy controvertida. Le preguntó al detective que estuvo siguiendo a la víctima en 2019 si "llevaba faldas y ropa ajustada". Ahora, poco más de un mes después de la vista, el tribunal ya ha resuelto y Santi Mina deberá pasar un tiempo entre rejas.
Su club, el Celta de Vigo, se ha pronunciado con un breve comunicado, donde se explica que, a la espera de la defensa del jugador, ha quedado apartado del equipo. "A raíz de la sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería, emitida en la jornada de hoy, el RC Celta ha decidido la apertura de un expediente disciplinario al jugador Santiago Mina para dilucidar sus responsabilidades laborales a la vista de esta resolución.
Por esta razón y de manera cautelar, se ha decidido apartar al jugador, provisionalmente, de los entrenamientos del primer equipo, sin perjuicio de que continue realizando las actividades que al efecto le indique el club. El RC Celta respeta el derecho de defensa del jugador, pero se ve en la obligación de tomar medidas frente a aquellos hechos que menoscaban de forma notoria la imagen del club y atentan directamente contra sus valores, mostrando una vez más su más absoluto rechazo hacia el delito tipificado en la resolución judicial."
Pese a ello, pero en todas estas semanas en que se esperaba el fallo de la magistrada, el delantero ha seguido jugando como uno más. Su última aparición fue el pasado domingo, cuando jugó 76 minutos en el empate a uno de los celestes en Granada. Su entrenador, Eduardo Coudet, hace semanas, dijo que "somos inocentes hasta que la justicia diga lo contrario", y por eso lo convocaba. Ahora, con la condena sobre la mesa, Mina, de 26 años, estará un tiempo a la sombra, con la duda de si se le volverá a ver jugar un partido de fútbol.