La espera ha terminado. Joan Laporta ha dado el paso definitivo para cerrar la incorporación de Thiago Alcántara al cuerpo técnico del FC Barcelona, una petición expresa de Hansi Flick desde su llegada al banquillo azulgrana. El exfutbolista español, retirado oficialmente en julio a los 33 años, volverá a la Ciudad Condal en enero para formar parte del proyecto técnico culé.
La relación entre Flick y Thiago se forjó en los años en que ambos coincidieron en el Bayern de Múnich, donde conquistaron juntos numerosos títulos. Este vínculo fue clave para que el técnico alemán solicitara la incorporación del mayor de los Alcántara a su equipo de trabajo. Durante la gira de pretemporada en Estados Unidos, el exjugador estuvo cerca del equipo y dejó una excelente impresión en todas las áreas del club.
Desde el cuerpo técnico hasta los jugadores, pasando por la dirección deportiva, todos coincidieron en destacar las cualidades de Thiago. Su conocimiento táctico, su capacidad de comunicación y su trato cercano con los futbolistas lo convirtieron en una figura imprescindible en los entrenamientos. Sin embargo, compromisos personales lo llevaron de regreso a Inglaterra tras un mes en la Ciudad Deportiva Joan Gamper.
La idea de su regreso nunca se abandonó, y ahora, con los ajustes necesarios, Laporta ha desbloqueado su incorporación como parte del cuerpo técnico. Thiago, que se dedicará a formarse como entrenador, trabajará directamente con Flick, junto a asistentes como Marcus Sorg, Toni Tapalovic y Heiko Westermann.
El regreso de Thiago Alcántara no significará un desplazamiento de las funciones de Arnau Blanco, quien asumió tareas clave tras la marcha de Thiago en agosto. En el club están muy satisfechos con el trabajo de Arnau, que lleva más de una década en el fútbol base azulgrana y ha demostrado ser un puente eficaz entre el cuerpo técnico y la plantilla. Laporta y su equipo consideran que ambos perfiles, complementarios en experiencia y visión, fortalecerán aún más el proyecto técnico del equipo.
La llegada de Thiago en enero es vista como un paso estratégico para potenciar la conexión entre la filosofía histórica del club y las ideas tácticas de Hansi Flick. Además, representa una nueva etapa para el exfutbolista, quien inicia su camino hacia la élite de los banquillos.
Con este movimiento, Laporta vuelve a demostrar su compromiso con las exigencias del cuerpo técnico y su voluntad de recuperar la esencia del Barça. El regreso de un nombre tan emblemático como el de Thiago Alcántara no solo es un guiño al pasado glorioso, sino también una apuesta decidida por el futuro del club.