El Barça trabaja en dos operaciones de máxima prioridad, y que esperan concretar antes de que finalice el mercado invernal. La primera era dar salida a Ousmane Dembélé, quien ha quedado apartado de los planes de Xavi Hernández, después de negarse a renovar su contrato. Tienen decidido traspasarle este enero, para evitar que se marche a coste cero cuando termine el curso. Y aceptarán ofertas que se acerquen a los 20 millones de euros.
Con su marcha, Joan Laporta quiere deshacerse de un jugador que ha dado más problemas que soluciones, y que ha estado muy lejos de las expectativas. Las lesiones han frustrado su paso por La Liga Santander, y su marcha también será un alivio económico. No solo por el dinero que dejaría en las arcas, si no por la ficha que dejaría libre, pues tiene uno de los sueldos más elevados de toda la plantilla. Paralelamente, el presidente no descansa en búsqueda del ansiado delantero centro.
Y la solución a los dos problemas puede ser el Paris Saint-Germain. Los de Mauricio Pochettino se han interesado seriamente en ‘el Mosquito’, y estarían en conversaciones muy avanzadas para llevárselo con efecto inmediato. El agente del extremo de 24 años, Moussa Sissoko, fue visto hace unos pocos días con una llamada de Leonardo, director deportivo del equipo de la Ligue 1. Y ya tendrían un acuerdo completamente cerrado entre ellos.
Solo faltaría llegar a un trato con el Barça, una tarea que no será difícil, pues están obligados a dejar ir a Dembélé a un precio asumible. No obstante, desde el Parque de los Príncipes prefieren ahorrarse ese dinero, y ofrecen un intercambio por Mauro Icardi, al que también quieren echar. No están contentos con su rendimiento, ni tampoco con su actitud, y para colmo tiene mala relación con la mayoría de sus compañeros. De hecho, Leo Messi es el principal impulsor de su venta.
Laporta deberá de estudiar detenidamente el trueque, ya que resulta muy interesante. Con la llegada del internacional argentino, podría acabar con los problemas de puntería que arrastran. Si bien es cierto que hace varios cursos que no está a su 100%, no se puede negar que es un goleador nato, como ha demostrado en sus años en la Serie A. Además, conoce la casa, y se formó en La Masía.
Sergio Busquets, Gerard Piqué, Jordi Alba y compañía se oponen
En el Camp Nou veían con muy buenos ojos la operación, e incluso el propio Xavi parecía haber dado el OK. Pero se han topado con la negativa de los pesos pesados del vestuario, incluyendo a los capitanes, como Jordi Alba, Sergio Busquets o Gerard Piqué.
El motivo son los problemas extradeportivos que rodean a Icardi, por culpa de su mujer, Wanda Nara.
Por eso, en el PSG están hartos de él, y ha ocasionado más dolores de cabeza que Neymar Junior.