El conflicto armado de Oriente Medio, cada vez más caldeado por los ataques de Israel al Líbano y por la lluvia de mísiles de Irán a Israel, ya está salpicando al fútbol de la zona. Y es que la Liga de Campeones de Asia está en juego, por lo que los clubes se deben desplazar por todo el continente, para afrontar sus partidos. Y el próximo 22 de octubre el Al-Nassr saudí, el equipo de Cristiano Ronaldo, debe viajar hasta Teherán, la capital de Irán, para enfrentarse al Esteghlal. Todavía faltan dos semanas y media para el partido, pero el Al-Nassr ya ha comunicado que no quiere viajar a Irán, al considerar que el riesgo es demasiado elevado. 

"Estamos supervisando la situación y trabajaremos en ello en los próximos días para trasladar el partido a un terreno neutral”, ha afirmado una fuente del Al Nassr a Al Riyadiya. El plan no es que el partido se aplace, sino que se dispute en otro país donde no haya riesgo.

El Al-Nassr no quiere viajar a Irán

Y es que Israel ha prometido responder a Irán. "Pagará un alto precio", ha anunciado Benjamin Netanyahu, el presidente de Israel. Irán, por su parte, ya ha anunciado que, si hay réplica israelí, habrá escalada del conflicto. Viajar a Teherán, pues, es un peligro real, por lo que a la Confederación Asiática de Fútbol se le viene mucho trabajo, ya que en la competición hay clubes iraníes, lo que obligará a cambiar el escenario de algunos de los partidos de la competición.

Mientras, en Irán no consideran que la escalada del conflicto deba influir en el devenir de las competiciones de fútbol. El pasado martes, sin ir más lejos, el Sepahán jugó un partido de Isfahán y durante el partido se pudieron ver en el cielo los misiles lanzados por Irán. El juego no se paró y terminó como si no hubiera ocurrido nada.

Israel jugará contra Francia como local en Budapest

Por lo que refiere a Israel, el conflicto bélico también está variando los planes previstos. La semana que viene hay parón por partidos internacionales e Israel debe recibir a Francia, en un partido muy esperado. Como es obvio, el enfrentamiento no se disputará en Israel, sino en un estadio neutral. La ciudad elegida ha sido Budapest, capital de Hungría. En noviembre será el turno de Bélgica, que también debe visitar Israel, otro partido que seguramente también deberá cambiar de escenario.

La competición local, la Liga israelí, se sigue disputando con normalidad, como en Irán, por lo que se mantiene al margen de un conflicto que cada día que pasa escala a más velocidad.