El Barça está afrontando una nueva temporada de cambios. Este verano ha servido para pasar página y dejar atrás todos los malestares de los últimos años. Nuevo entrenador, salidas y entradas, y una nueva filosofía. El marketing para el 'proyecto Flick' ha sido intenso, pero poca gente podría haberse imaginado un inicio de temporada como el que está viviendo el club blaugrana.
Después de 4 jornadas de liga, el Barça es líder en solitario en la liga, con 4 puntos de ventaja sobre el Real Madrid y con un pleno de victorias. Además, el juego del equipo ha devuelto la ilusión a los aficionados, que se han encontrado con un equipo imparable hasta el momento. Estos resultados, sin embargo, no han sido fruto del mercado de fichajes. Y es que la plantilla de Flick es prácticamente la misma que dirigía Xavi hace unos meses.
Las nuevas caras y las que se han marchado
El Barça hace años que sufre a causa del 'fair play' financiero y la mala situación económica, pero este verano el mensaje era diferente. En el mes de junio, Laporta aseguró que el club podía asumir cualquier operación de mercado, y los nombres de Nico Williams y Luis Díaz empezaron a sonar con fuerza. Tres meses después, se ha demostrado que las palabras del presidente eran más esperanzadoras que ciertas, y Flick solo ha visto entrar a dos nuevos jugadores: Dani Olmo y Pau Víctor.
El número de jugadores que han salido, por otra parte, sí que es notable. El rendimiento económico, no tanto. Oriol Romeo, Clément Lenglet, Vitor Roque y Àlex Valle se han marchado cedidos. Gündoğan, Sergi Roberto y Serginho Dest lo han hecho sin dejar dinero al club. Solo Julián Araujo, Mika Faye y Marc Guiu han proporcionado un beneficio, aunque los precios no han sido muy elevados. Además, las inscripciones de los nuevos fichajes han sido más complicadas de lo esperado, y teniendo que aprovecharse de lesiones de última hora.
Deco lo intenta, pero el dinero lo impide
Deco cogió el rol de director deportivo la temporada pasada con la esperanza de cambiar la situación del club. Con las palabras de Laporta al principio del mercado, el portugués se puso manos a la obra. A lo largo del verano, Deco se ha reunido con los agentes de varios jugadores que podrían aportar frescura al equipo, pero todos se han acabado marchando a otros equipos con una estabilidad económica superior a la del Barça. A pesar de sus esfuerzos, los fichajes eran imposibles, y ahora ha salido la frustración del exjugador.
Según informa el diario Sport, el portugués estalló, diciendo que es "el director deportivo más pobre de Europa" y que se estaba planteando dejar el club. Pocas horas después, el mismo Barça publicó un comunicado desmintiendo las informaciones y expresando "el alto grado de satisfacción que se tiene por el trabajo de Deco". La directiva le expresa su apoyo, pero habrá que ver si director técnico quiere coger el voto de confianza.