Antoine Griezmann será otro de los protagonistas del mercado estival en el Barça. Resolver su futuro es una de las tareas pendientes que tiene Joan Laporta, que está a la espera de recibir alguna noticia. En un principio, el acuerdo de cesión con el Atlético de Madrid expira en junio, de manera que debería de regresar cuando finalice la temporada. Pero no entra en los planes de Xavi Hernández, que no cuenta con el internacional francés.
Su talento es innegable e indiscutible, sin embargo, en las dos temporadas que estuvo en el Camp Nou, ya demostró que no encajaba. Además, a eso hay que sumarle que percibía un salario muy elevado, y que en estos momentos es inasumible para la entidad. Por eso, confían en que los ‘colchoneros’ acaben quedándose a ‘el Principito’ en propiedad. Y las últimas informaciones señalan que la decisión está tomada, y el futbolista ya sabe donde jugará el próximo curso.
Lo seguirá haciendo en el Wanda Metropolitano, a pesar de que su campaña ha estado por debajo de las expectativas. No ha sido capaz de recuperar su mejor versión, esa que mostró en su primera etapa, y ha seguido siendo ese crack tan irregular e intermitente que fue con el conjunto azulgrana. Aún y así, tiene la total confianza de Diego Pablo Simeone, que sigue creyendo en él, y que de hecho fue el principal responsable de su regreso a la capital de España.
Enrique Cerezo tenía muchas dudas, pues Griezmann se marchó por la puerta de atrás, y una gran parte de la afición estaba en su contra. Pero la insistencia del entrenador argentino en repescar al ex de la Real Sociedad fue lo que provocó que finalmente llegaran a un acuerdo con el Barça para una cesión, que será ampliada por otro año más. Eso provoca que la opción de compra pase a ser obligatoria, si bien aquí hay una ‘trampa’ que no es buena para los intereses de Laporta.