La Copa América de vela es deporte, es tradición, pero también es tecnología. Y estos días también es uno de los protagonistas en el Mobile World Congress 2024. La competición deportiva reina del mar (y una de las punteras a nivel internacional en todos los terrenos) ha hecho su incursión en el congreso más importante de tecnología a nivel mundial. Y después de conocer los planes de sostenibilidad que están en marcha, también se ha conocido un poco más en fondo de todo aquello que tiene que ver con la tecnología aplicada a la competición marítima que este año tendrá lugar en Barcelona.
'La innovación tecnológica en la Copa América' ha sido el título de la conferencia que ha tenido como protagonistas al ingeniero catalán Roger Frigola, miembro del Team New Zealand y encargado de machine learning e inteligencia artificial aplicada, como también al ingeniero mallorquín Jaume Triay, del Alinghi Red Bull Racing suizo y encargado del diseño y optimización de los barcos. Dos miembros destacados de dos de los equipos que competirán en la Copa América de vela este año.
La tecnología es la base de los barcos de la Copa América de vela
Y en la llamada Fórmula 1 del mar el desafío tecnológico se hace más presente que nunca. Tanto Frigola como Triay han coincidido en decir que la gran velocidad que cogen los barcos es por el trabajo de disminuir todo lo posible la resistencia, ya sea contra el viento, el agua u otros aspectos. Los barcos AC75, los protagonistas principales de la Copa América de vela, están construidos al milímetro y teniendo en consideración todos los aspectos después de muchos meses de intenso trabajo.
Triay explica que todo lo que puedas poner en un barco se puede medir, que es clave para tener datos y seguir apostando para cómo evolucionar la embarcación. Y también añade que "lo importante es la tecnología que hay detrás". Pero en esta línea Frigola concreta que no todo está permitido y que las normativas se tienen que cumplir: "En los barcos la inteligencia artificial está muy limita, potenciando la función del regatista".
La idea es hacer un gran trabajo, igual que los regatistas que están en alta mar. Tiene que haber una comunicación constante y una transparencia absoluta. Y es obligada esta manera de trabajar porque la realidad es que los ingenieros trabajan a través de las simulaciones para crear los barcos. Y una vez se han creado y llegan a puerto queda muy poco margen de maniobra antes de la competición. Además, Roger Frigola apunta que uno de los grandes inconvenientes es que "muchas veces la tecnología te la tienes que fabricar tú" porque estos barcos son muy específicos. Y aunque trabajan para varias condiciones de viento, sí que el hecho de competir en Barcelona y no en Nueva Zelanda hace que algunas cosas cambien a nivel tecnológico.
Barcelona, la ciudad deseada por el futuro de la Copa América de vela
Y cada vez queda menos para empezar a competir. Jaume Triay ha explicado que su AC75, el del equipo suizo, ya está de camino a Barcelona. Con respecto al barco del equipo neozelandés todavía se está acabando de construir. Sin embargo, está previsto que el próximo mes de abril ya estén en Barcelona y los veamos por la costa catalana. Este año se verá un diseño con más tamaño del foil y menos peso, también sabiendo que la tripulación pasará de las 11 a las 8 personas, además de saber que habrá la presencia de ciclistas, cosa que algunos equipos han contratado a profesionales de la especialidad.
También se ha hablado de la sostenibilidad, de las embarcaciones de apoyo de 0 emisiones, o la manera de purificar el agua justo después de saberse el acuerdo entre la Copa América y Agbar por la buena gestión del agua. Y tanto Roger Frigola como Jaume Triay, que están viviendo unos días muy intensos de trabajo y no han podido visitar el MWC, han acabado coincidiendo en que lo que desearían es que Barcelona se consolidara como la sede principal de la Copa América de vela: "Que Barcelona sea la nueva Valencia".