La renovada Copa Davis, promocionada por Kosmos, la empresa de Gerard Piqué, no genera unanimidad entre los tenistas. Algunos de ellos, como Roger Federer, ya se pronunciaron en contra de modificar el espíritu de una competición con más de cien años de historia, que se estrenará el mes de noviembre del 2019.
Las críticas pueden quedarse en una anécdota con respecto a los problemas de la nueva Copa Davis, que celebrará las dos primeras ediciones en Madrid. Alexander Zverev, desde Shanghái, ha sido el primero en confirmar que no participará en el estreno de la nueva Davis.
El tenista alemán, número cinco del mundo, asegura que las fechas de la competición, justo a final de temporada, son "una locura". "En noviembre uno no quiere más tenis. Creo que los otros tenistas de la parte alta del ranking opinan igual. Los jugadores hemos hablado con la ATP (Asociación de Tenistas Profesionales) para recortar la temporada y no para hacerla más larga", ha dicho Zverev antes de anticipar una larga lista de bajas: "Yo no participaré y os aseguro que no seré el único".
El discurso del joven tenista alemán no es una excepción. Novak Djokovic no sabe si aceptará la propuesta de Piqué, ya que antepondrá la futura Copa del Mundo de tenis, organizada por la ATP. "Entre las dos, daré prioridad a la Copa del Mundo por equipos porque es una competición ATP, pero, obviamente, todavía tenemos que discutirlo personalmente dentro de mi equipo", ha dicho el serbio, que también se encuentra participando en el Masters 1000 de Shanghái.
"Espero que haya una discusión amplia entre los jugadores para ver cómo afrontaremos estas dos competiciones y, con suerte, podremos llegar a un punto para tener una gran Copa del Mundo", ha seguido Djokovic después de alinearse con el discurso de Zverev: "Siento que la fecha de la Davis es realmente mala, especialmente para los mejores jugadores".
Roger Federer también ha vuelto a expresar sus dudas sobre jugar el Mundial que propone Piqué. "No será nunca la Copa Davis que conocíamos, pero tenemos que darle una oportunidad y espero que tenga éxito y guste a los aficionados". Federer todavía no quiere confirmar su decisión, pero no tiene muchas ganas de acumular partidos en su calendario, cada vez más selectivo: "No creo que sea una competición hecha para mí, sino para las nuevas generaciones. No he hablado con Stan (Wawrinka) ni con Severin (Luthi), pero sinceramente dudo de que juegue".
El presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, cifró el impacto económico de la Davis en 240 millones de euros. Esta cifra, sin embargo, podría disminuir si las principales raquetas del circuito profesional empiezan a declinar las invitaciones.