En Eindhoven ya se empieza a respirar aquel ambiente de las grandes finales. No se notó en Göteborg por culpa de la pandemia cuándo hace dos años se levantó la primera y única Women's Champions League del Barça femenino, pero sí que se notó con fuerza el año pasado en Turín, aunque el resultado no fuera el esperado. Este año el Barça vuelve a la final de la Champions femenina y suma su cuarta final en los últimos cinco años. Y el segundo título tiene que ser blaugrana.
Es la quinta población con más habitantes de los Países Bajos, pero estos días tendrá un gran crecimiento gracias a la máxima competición europea. El próximo sábado a las 16.00h se juega la final de la Champions en el Philips Stadion, la casa del PSV. Podría ser donde el Barça o el Wolfsburgo pueden marcar como una ciudad especial. El título más importante se decidirá en 90 minutos de fútbol.
Eindhoven ya empieza a ser blaugrana
Pero si se tiene que hablar de ambiente y de sensaciones, parece que a menos de 48 horas para la final el Barça gana por goleada. El corazón blaugrana ya empieza a latir en Eindhoven. Las jugadoras culés han llegado a su hotel de concentración con retraso y mientras tocaban las nueve de la noche, y ya varias decenas de aficionados culés se han hecho notar por las calles de la ciudad neerlandesa.
Camisetas del Barça, bufandas, pero de momento sin rival. Los aficionados del Wolfsburgo, que están a casi cinco horas de distancia en coche, todavía no han hecho acto de presencia en Eindhoven. Y por esto el Barça ya empieza ganando esta final.
Se espera que este viernes todavía lleguen muchos más aficionados culés a Eindhoven, pero el gran día será el sábado por la mañana. Entonces Eindhoven pasará de los colores blanco y rojo de su PSV al blaugrana y el verde del Barça y del Wolfsburgo. Pero está previsto que los culés llenen Eindhoven y que en el estadio también tengan una mayor representación.
Cuenta atrás para el Barça-Wolfsburgo
Sin embargo, todo el mundo ya está haciendo la cuenta atrás para que empiece el partido. Antes, este viernes al mediodía habrá rueda de prensa desde el Philips Stadion y también entrenamiento de las jugadoras culés. Por la tarde llegará el momento de descansar y de mentalizarse para la gran cita.
Los aficionados culés teñirán Eindhoven de blaugrana mientras se espera que este sábado vuelva a ser un día histórico. Y, mientras tanto, los nervios van in crescendo. Cada vez queda menos para que el balón empiece a rodar en el Philips Stadion.