La isla de Córcega se impuso este domingo a la de Cerdeña en un histórico partido de fútbol disputado en el estadio Bruno Nespoli de Olbia.

Las selecciones no oficiales de las dos federaciones se enfrentaron para honrar a las figuras de Edmond Simeoni y Antoni Simon Mossa, políticos y teóricos del nacionalismo corso y sardo respectivamente.

Aunque Carles Puigdemont estaba invitado al partido por el primer ministro de Córcega, finalmente el Presidente en el exilio no asistió al estadio de Olbia.

El partido acabó con 1-1 en el marcador gracias a los goles de Marco Cabeccia y Rémy Cabella, de manera que el duelo se tuvo que resolver en la tanda de penales. Bajo palos, el portero del Charleroi belga Nicolas Penneteau detuvo dos lanzamientos y permitió que la selección corsa se proclamara campeona del torneo.

Cabella, futbolista del Saint-Étienne con pasado en equipos como el Montpellier o el Newcastle, fue el mejor jugador del partido.