El fútbol asiático ha vuelto a protagonizar una jornada mágica en el Mundial de Qatar ahora, con Corea del Sur como a protagonista. Los asiáticos han remontado a Portugal (2-1) con un gol en el tiempo añadido que ha dejado fuera de los octavos a la Uruguay de Luis Suárez, que a pesar de superar a Ghana (0-2), con un doblete de Giorgian de Arrascaeta, les ha faltado un gol más para no caer antes de las eliminatorias.
Recuerdos de Sudáfrica 2010 en el Ghana-Uruguay, con penalti incluido
Aunque el gran nombre del grupo es Portugal, estos ya llegaban como clasificados con dos victorias y seis puntos, y los Cristiano Ronaldo y compañía eran poco menos que espectadores de lujo de la guerra que disputaban Corea del Sur, Ghana y Uruguay. Pero, sin presión y con muchos suplentes, el primer gol de la jornada ha caído del bando portugués. Una de las caras nuevas, Ricardo Horta, ha culminado una gran jugada combinatoria para marcar el 0-1 contra los coreanos. En el otro partido, Ghana y Uruguay sabían que, si Corea no ganaba, la segunda posición se la jugarían entre ellos.
Un duelo entre Las Estrellas Negras y la Celeste recuerda inevitablemente el Mundial de 2010, donde Luis Suàrez se vistió de portero y evitó un gol que, después, en el penalti posterior, Asamoah Gyan tampoco acertó y los uruguayos pasaron a las semifinales. Este recordatorio no es para llenar unas líneas más, sino que el fútbol es tan caprichoso que ha querido que el punto de los 11 metros también tuviera su parte de protagonismo. El portero de Uruguay, Sergio Rochet, ha pasado de culpable a héroe.
La insistencia de Corea acaba con premio y clasificación
Él ha mismo ha hecho caer a Kudus pero, después, ha detenido el disparo tierno y con miedo de André Ayew. El error en el penalti ha despertado todos los fantasmas del pasado para los africanos y los ha hundido emocionalmente. Y Uruguay, un equipo que tiene en uno de sus puntos más fuertes el carácter competitivo lo ha aprovechado para marcar dos goles muy rápidos, obra, los dos, de Giorgian de Arrascaeta. El 10 uruguayo ha roto el empate y ha acercado a los suyos a los octavos de final, a la espera de mantener el resultado y que Corea no sería capaz de darle la vuelta el otro partido del grupo.
Lo que no sabían los sudamericanos es que entre el primero y el segundo gol del mediapunta de Flamengo, los asiáticos han demostrado, cómo lleva haciendo todo su continente, un espíritu competitivo que muchas veces se les acusa de no tener. En un córner, el central Kim Young-Gwon ha empatado, dejándolo todo abierto para una segunda mitad donde han primado los nervios.
El marcador no se movía en ninguno de los dos campos, y Corea del Sur solo necesitaba un gol más contra una Portugal a medio gas para firmar otra clasificación épica para el fútbol asiático. Han insistido y mucho, con alguna ocasión de Hwang y un penalti pedido por Son Heung-Min. Y, cuando parecía imposible, el milagro. Un contraataque en un córner en contra, ha acabado con una asociación entre dos de los mejores de los asiáticos, Son y Hwang, y el de los Wolves ha superado a Diogo Costa para hacer enloquecer a todo un país y hacer llorar a otro, Uruguay, que a pesar de ganar 0-2, ha dicho adiós a las primeras de cambio.