Japón y el Comité Olímpico Internacional (COI) anunciaron este martes el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio, que finalmente se disputarán en el año 2021 con el fin de evitar la propagación del coronavirus. La medida ha sido celebrada por una gran parte de deportistas y federaciones, que contarán con más tiempo para ponerse a punto después de la epidemia. La parte negativa para el país nipón, sin embargo, es que ahora tendrá que afrontar un terremoto económico mayúsculo.

Según un cálculo aproximado del diario japonés Nikkei, el coste adicional de aplazar un año los JJOO será de unos 300.000 millones de yenes, el equivalente a 2.490 millones de euros.

Las estimaciones de varios expertos indicaban que los Juegos que tenían que empezar el 24 de julio generarían un aumento del producto interior bruto (PIB) japonés de unos 1,7 billones de yenes, 14.200 millones de euros. Parte de este dinero, apuntan, podrá trasladarse al 2021, pero habrá una parte importante que se perderá, y es que muchos de los costes previstos para los próximos meses se tendrán que extender un año más.

EFE

La noticia es una jarra de agua fría para Japón, que hace meses que está pagando el impacto del Covid-19. La calificadora Fitch, de hecho, calcula que la economía nipona caerá un 1,6% este año.

Más de 6.000 millones de euros invertidos

Hasta ahora, el gobierno japonés y el de Tokio han invertido entre 6.400 y 8.300 millones de euros, según varias fuentes, para organizar los JJOO. Las sedes ya están todas acabadas, pero los gastos seguirán aumentando hasta que empiecen los Juegos.

El panorama turístico en Japón, además, es desolador. Sólo el mes de febrero la llegada de turistas cayó un 58,3% y un 87,9% en el caso de los visitantes desde China, el país que envía a más personas a tierras niponas. Los cálculos estimaban que durante los Juegos se ocuparían 46.000 habitaciones por día, una cifra que en el 2021 podría ser diferente.

A este hecho hay que sumar que los Juegos hubieran generado 8.000 puestos de trabajo, sin contar a los millares de voluntarios que ya se habían comprometido a colaborar con la organización.

La única variable que el comité organizador se ahorrará es la correspondiente a las insignias y logos, y es que los Juegos Olímpicos se seguirán llamando Tokio 2020 aunque tengan lugar en 2021.