La UEFA se adapta a la nueva normalidad. Mientras la gran mayoría de ligas nacionales reanudan la competición, el máximo organismo del fútbol europeo reforma las condiciones de la Champions League 2019/20, un torneo que originalmente tenía que acabar este sábado con la final en el Estadio Olímpico Atatürk de Estambul.
La crisis del coronavirus provocó que la competición continental por excelencia se tuviera que aplazar hasta el mes de agosto, cuándo los partidos –si nada se tuerce– sí que podrán disputarse a puerta cerrada. La UEFA, sin embargo, pretende hacer más cambios.
Según adelantó este sábado la Cadena COPE, el ente europeo estudia que los cruces se disputen a partido único a partir de los cuartos de final, hecho que permitiría acortar el calendario. Los últimos tres partidos, además, se celebrarían en formato Final Four, con semifinales y final en la misma sede.
La sede, de hecho, es otro de los quebraderos de cabeza de la UEFA. Según la misma información, los mandatarios del organismo futbolístico no creen que la ciudad de Estambul esté preparada económicamente para acoger la final después de la crisis de la Covid-19, motivo por el cual han puesto sobre la mesa el nombre del Estadio Da Luz de Lisboa. Así, Portugal, uno de los países donde la pandemia está más controlada, podría volver a acoger uno de los partidos más seguidos del mundo después de hacerlo en el año 2014.