Thibaut Courtois ha sido una pieza fundamental en los éxitos que el Real Madrid ha conseguido recientemente. La temporada pasada estuvo a un nivel sublime, siendo el mejor portero del planeta sin ningún tipo de discusión, y fue designado como el MVP en la final de la Champions League. Hizo una actuación estelar, salvando muchos goles, y desesperando a los delanteros del Liverpool, que no encontraron la manera de superarle.

Asimismo, también fue indispensable en anteriores rondas, con algunos momentos decisivos, como el penalti que le atajó a Leo Messi en octavos de final, y que acabó siendo determinante para eliminar al Paris Saint-Germain. Si bien es cierto que este curso ha bajado ligeramente sus prestaciones, sigue marcando las diferencias, como demostró contra el Chelsea, realizando algunas intervenciones magistrales, que sirvieron para colarse en semifinales, venciendo a su antiguo equipo.

Y es que hay que recordar que el astro belga estuvo en Stamford Bridge entre los años 2014 y 2018, conquistando dos Premier League. Previamente, también perteneció a los ‘blues’, que lo mantuvieron a préstamo en el Atlético de Madrid desde 2011 hasta 2014, donde acabó de explotar todo el potencial que había demostrado en las filas del Genk. Allí fue donde le descubrieron algunos de los mejores equipos de Europa, como fue el caso del Barça.

El padre de Bojan Krkic, que en ese momento trabaja como ojeador del combinado azulgrana, avisó del increíble futuro que veía a Courtois, y consideraba que podía ser un sucesor de garantías para Víctor Valdés. Solamente tenía un precio de tres millones de euros, y la idea que tenían en el Camp Nou, en un principio, era que reforzara al filial. Pero finalmente acabó siendo descartado, debido a que los londinenses fueron más rápidos.

Además, tenían dudas con el juego de pies que tenía ‘Tibu’, quien tampoco parecía estar muy convencido con la idea de llegar al ‘B’, pues quería formar parte del primer equipo.

Courtois, baja contra el Girona

Ha pasado más de una década, pero en el Barça difícilmente podrán olvidar cuando tuvieron la oportunidad de firmar a Courtois a cambio de un coste tan irrisorio. En especial, viendo que se ha convertido en uno de los líderes del Madrid, que hoy se mide al Girona.

Un choque en el cual Carlo Ancelotti no podrá disponer del arquero de 30 años, por culpa de una gastroenteritis. De modo que tendrá que ser Andriy Lunin quien se coloque bajo los palos.