Cristiano Ronaldo, tal como hizo contra el Bayern de Múnich, ha vuelto a ser decisivo en la Champions League. Ronaldo ha repetido hat-trick para sentenciar la eliminatoria y clasificar, virtualmente, al Real Madrid para la final de Cardiff del 3 de junio. La derrota agudiza, un poco más, el trauma del Atlético de Madrid en Europa.
Cambios cantados
Unas semifinales de Champions no son el mejor escenario para hacer pruebas. Y eso lo sabían Zinedine Zidane y Diego Simeone. Sólo había dudas sobre una posición en cada equipo y los dos entrenadores han optado por las soluciones menos traumáticas. En el Madrid, Isco ha sustituido a Garteh Bale y en el Atlético, Lucas Hernández ha hecho de lateral derecho.
El partido en el Santiago Bernabéu ha empezado con una pancarta del estadio recordando las Champions de Lisboa y Milán. Y el Atlético ha parecido que saltaba al campo con los dos partidos en la cabeza. El Madrid ha aprovechado la desconexión colchonera para llevárselo por delante. Como si las once copas de Europa también jugaran.
Dani Carvajal ha avisado con una ocasión clarísima cuando sólo se habían jugado siete minutos. Oblak ha conseguido desviar la pelota pero no ha podido hacer nada en la jugada siguiente. Cristiano Ronaldo ha acertado a rematar de cabeza un centro lateral de Casemiro en la frontal del área pequeña. 1-0 por incomparecencia del Atlético.
Siempre Cristiano
La falta de acierto ha penalizado a los de Zidane. El Madrid tenía la eliminatoria en la mano. Pero lo ha desperdiciado. La superioridad insultante en el juego no se ha traducido en el marcador. Entre las ocasiones de Benzema y las paradas de Oblak han mantenido el 1-0 hasta el descanso. Un descanso que ha venido precedido de la lesión de Carvajal. El lateral, uno de los más incisivos, no ha podido continuar y Nacho Fernández ha tenido que adaptarse a la banda derecha.
La fortaleza física del Atlético le ha permitido volver al partido. El Madrid, con un Isco clarividente pero intermitente, ha perdido la posesión y ha empezado a sufrir en defensa. Simeone ha intuido las primeras fisuras y ha hecho un doble cambio para aprovecharlo. Zidane ha reaccionado haciendo entrar a Asensio por Isco. Y los banquillos se han neutralizado entre ellos.
El Atlético jugaba para llegar con vida a los últimos minutos e intentar un empate a goles. Marcar en el Bernabéu daría alas a los colchoneros para el partido de vuelta. Pero el Madrid se guardaba una sorpresa. Concretamente, Cristiano.
En una jugada aislada, Marcelo ha encontrado a Benzema en la frontal del área. Y el delantero francés ha vuelto a hacer gala de una de sus mejores virtudes: el juego de espaldas. Ante la presencia de Godín, Benzema ha aguantado la pelota para regalársela a Cristiano Ronaldo. El portugués, ayudado de un mal rechace de Filipe Luis, ha aprovechado una pelota muerta en el área para hundir a Oblak y marcar el segundo gol del partido. Más delantero centro que nunca.
Se escapa la eliminatoria
El Madrid ha jugado los últimos minutos protegiendo el premio y aprovechando la ansiedad del Atlético. A los de Simeone se les volvía a escapar la Liga de Campeones contra su máximo rival por cuarta temporada consecutiva. Y eso, más que un problema futbolístico ya es un problema psicológico.
Los derbis en Europa escenifican la distancia entre los dos equipos. Y es que el Madrid se encuentra mucho más cómodo cuando suena la música de la Champions. Griezmann se ha multiplicado, hasta jugar de lateral, para sacudir a un equipo deprimido. El Atlético ha consumido los minutos sin capacidad para intervenir y regalando contragolpes. Así ha llegado la sentencia de la eliminatoria. Otra vez Cristiano Ronaldo. Solo en el punto de penalti.
El Atlético de Madrid está prácticamente eliminado y el Madrid ya reserva los vuelos para viajar a Cardiff y optar a repetir título por primera vez desde que la competición cambió de formato (1992).