Jugar con Leo Messi en tu equipo debería ser trampa. Este martes, el jugador argentino ha ajusticiado sin piedad al Valladolid (5-1) con dos golazos y dos asistencias para regalar tres puntos al Barça y demostrar, un día más, porque es mejor jugador del planeta. Con el triunfo, cortesía del 10 blaugrana, los de Ernesto Valverde encadenan 5 victorias consecutivas en la Liga y se sitúan líderes del campeonato con 22 puntos a la espera de lo qué haga este jueves el Granada en el estadio del Getafe.
Messi, siempre Messi
A veces el fútbol es fácil de explicar: quien tiene los mejores jugadores gana. En la primera parte, el Barça no ha hecho gala de su mejor versión pero aun así ha conseguido castigar al Valladolid con tres dianas que han dejado el partido prácticamente sentenciado antes del descanso.
El primer gol ha llegado muy pronto, en el minuto 2, cuando Clement Lenglet ha aprovechado una pelota muerta en el interior del área castellana después de un servicio de córner para batir a Jordi Masip y estrenarse esta temporada. El central francés ha tenido suerte, y es que su remate con la pierna izquierda ha tocado un futbolista visitante, se ha envenenado y finalmente ha picado la parte inferior del travesaño antes de entrar en la portería. Como en Praga, el Barça empezaba ganando.
También como en Praga, sin embargo, los de Ernesto Valverde han sido incapaces de retener su ventaja en el marcador. Sólo 13 minutos después de la diana de Lenglet, otro central, Kiko Olivas, ha mojado gracias a un remate afortunado en el área de Marc André Ter Stegen. Míchel ha picado un servicio de falta desde la banda izquierda, el portero alemán ha sido incapaz de bloquear la pelota y el exjugador del Girona, casi sin querer, ha firmado el empate.
Pero como decíamos, el fútbol es de los futbolistas. Y el mejor, desde hace muchos años, lo tiene el Barça. El Valladolid del catalán Sergio González es un equipo sólido –sólo había perdido 2 partidos hasta este martes– pero como todos los equipos del mundo, no dispone de la fórmula para parar a Leo Messi.
En dos acciones individuales de mago, el argentino ha castigado a los castellanos sin piedad. Primero, en el minuto 29, se ha inventado una asistencia mágica en el corazón del área que Arturo Vidal, entrando como una locomotora, se ha encargado de transformar en el 2-1. Los registros del chileno este curso a la Liga impresionan: 2 titularidades, 3 goles.
El segundo regalo de Messi ha llegado 6 minutos después y en este caso el destinatario no ha sido un compañero de equipo, sino el público del Estadi y los seguidores del mundo del fútbol en general. El 10 blaugrana ha firmado el 3-1 con una falta directa magistral que ha entrado por la escuadra derecha de Masip, que sólo ha podido ver cómo la pelota acababa en el fondo de la portería. Ha sido la suya 50.ª como profesional.
El Barça ni tan sólo ha necesitado la mejor versión de Luis Suárez, Frenkie de Jong o Ansu Fati, esta noche titular después de un mes inédito. Messi, que ha podido volver a marcar de falta antes del descanso, se encargaba de resolver el duelo a base de jugadas individuales.
Exhibición y liderato
El conjunto de Ernesto Valverde afrontaba el duelo contra el Valladolid con las piernas frescas gracias al aplazamiento del Clásico, pero lo cierto es que en el inicio de la segunda parte los blaugrana se han dedicado a contemporizar el partido durante una buena parte de los minutos.
Antes de que empezara esta fase, sin embargo, Ansu Fati ha estado a punto de firmar el cuarto gol de la noche gracias a un remate con el interior de la bota desde la de lado izquierda del área a pase de Messi, como no podía ser de otra manera. El pie de Masip ha evitado que la pelota entrara y a partir de este momento Valverde ha empezado a pensar en el duelo contra el Levante del próximo sábado.
Cuando se había disputado una hora de partido el técnico blaugrana ha sustituido a De Jong por Rakitic, un cambio que habrá dolido al croata. Él mismo aseguró a principios de temporada que el ex del Ajax no jugaría en su posición. La realidad, sin embargo, ha sido bien diferente.
El siguiente en dejar el terreno de juego ha sido Fati, la niña de los ojos del Camp Nou. El adolescente no ha realizado su mejor partido, pero un día más ha demostrado que tiene una desenvoltura impropia de un chico de 16 años. Su sustituto, Antoine Griezmann, todavía tiene trabajo para hacer si quiere ganarse a la siempre exigente afición culé. Que viaje a los Estados Unidos en plena temporada sin duda no le hace ganar puntos.
La calma aparente del Estadi, sin embargo, la ha roto el de siempre. Messi, que nunca se cansa de engordar sus cifras, ha roto la monotonía del segundo tiempo con un golazo con la pierna izquierda, el cuarto de la temporada en la Liga. El argentino ha recibido entre líneas a pase de Rakitic, ha hecho un control orientado de manual y ha fusilado a Masip con un obús.
Dos minutos después, y con los deberes hechos con respecto a los goles, el 10 ha decidido que era hora de seguir haciendo regalos a sus compañeros. Esta vez el beneficiado ha sido su gran amigo Luis Suárez, que ha recibido una pase magistral en la banda derecha del área y no ha perdonado con un remate cruzado. Manita y recital blaugrana en el Camp Nou.
Esta semana no ha habido Clásico pero sí espectáculo y reivindicaciones independentistas. El público del Camp Nou ha enviado mensajes al Comité de Competición, a Tebas e incluso a Miquel Buch y los jugadores, por su parte, han enviado otro al Real Madrid y al Atético: esta Liga ya tiene líder.