El Barça ha hecho buenos los pronósticos contra el Girona en las semifinales de la Liga Catalana (88-77) y ha accedido a una final que ha perdido en las últimas dos temporadas. Los gerundenses se han resistido hasta que en el último cuarto los blaugrana no han dado opción a una remontada que ha estado cerca de producirse a mediados del tercer cuarto.
El Barça responde al parcial inicial del Girona
Después de que el Joventut de Badalona consiguiera su billete para la final de la Lliga Catalana al deshacerse con remontada incluida del Manresa, Barça y Girona han cogido su relevo para dar a los asistentes al pabellón tarraconense la segunda dosis de baloncesto de alto nivel de la jornada. Los blaugrana, con el cartel de favoritos colgado en el cuello, se vieron emparejados con un Girona que todavía arrastra la euforia del ascenso y con un Marc Gasol como cara visible del proyecto.
Los gerundenses, bajo la batuta de Aíto García Reneses en el banquillo, han empezado el partido con un fuerte arreón que los ha llevado a liderar rápidamente con un parcial de 2-9 que ha servido a modo de despertador para los culés. A base de talento y de triples (de Satoransky, Óscar Da Silva y Laprovittola) los culés han cimentado un parcial de 12-0 para cambiar la dinámica y empezar a tomar el timón del partido y del marcador. El Girona se negaba a dejarse dominar y ha aguantado las embestidas, pero un tapón y mate final de uno de los nuevos, Mike Tobey ha finiquitado el cuarto con color blaugrana (22-16).
El segundo periodo ha empezado con los primeros puntos de Marc Gasol, que ha recibido la rápida respuesta de un Jokubaitis que había hecho cinco asistencias en el primer cuarto y que ha empezado el segundo con un 2+1. Aunque los ataques del Barça eran más fluidos, con un Satoransky liderando la ofensiva culé y generando las primeras conexiones checas con Vesely, los gerundenses no permitían que la distancia aumentara en exceso, y el resultado al descanso (45-37) lo dejaba todo muy abierto de cara al segundo tiempo.
El acierto exterior, clave para la clasificación blaugrana para la final
Una segunda parte que ha empezado con otro parcial para el Girona, en este caso de 0-8 que ha secado la renta barcelonista y, con empate en el marcador, ha obligado a Jasikevicius a pedir su primer tiempo muerto del partido. Justo después, intercambio de triples de Kalinic para el Barça y de Pol Figueras para el Girona mantenía la máxima igualdad. El Barça ha vuelto a confiar en el acierto exterior, personalizado en Abrines, Jokubaitis y un Mike Tobey crecido para volver a marcharse ligeramente (66-59) para encarar los últimos 10 minutos con la posibilidad de matar la eliminatoria.
El Barça ha demostrado ser un equipo más maduro y ha hecho valer su condición de favorito y el fondo de armario para marcharse hasta los 15 puntos (76-61), en la máxima diferencia en todo el partido. Una diferencia que ha acabado de difuminar las esperanzas gerundenses de dar la sorpresa contra un Barça que intentará ganar una Liga Catalana que se le ha escapado en las últimas dos finales. Enfrente tendrá a una Penya que le dio guerra en los play-offs de la Liga ACB y que buscará levantar un trofeo que no gana desde el año 2008, cuando ya superaron a los blaugrana, su rival de este miércoles a partir de las 21:00h, también en Tarragona.