El Liverpool se ha impuesto con merecimiento en la ida de las semifinales de la Champions contra el Villarreal (2-0), que ha aguantado hasta el descanso. Un autogol y otro de Mané tiñen la eliminatoria de rojo, pero los groguets buscarán una remontada épica en La Cerámica.

Resistencia y orden de los groguets

Los de Unai Emery han querido rehuir siempre la idea de que viajaban a Liverpool a verlas venir. Mediáticamente, esta era la idea que la mayoría han tenido desde que hayan empezado las eliminatorias. Primero, asaltaron el estadio de la Juventus y después, hicieron saltar la banca al dejar fuera al Bayern. también en campo contrario. Y ahora, por primera vez, el Villarreal jugaba como visitante en el partido de ida.

Mohamed Salah perdona una ocasión ante Rulli / EFE

En la primera mitad de uno de los partidos más importantes de la historia del club, han demostrado la enorme madurez que transmite, desde Rulli bajo palos, hasta Danjuma o Samu Chukwueze. A pesar de la baja importante de Gerard Moreno, los groguets han saltado al césped de Anfield con la mentalidad clara que sabían que tendrían que sufrir mucho, pero que valdría la pena. Y así se ha desarrollado toda la primera mitad.

Hasta exactamente la media hora de partido, las llegadas locales eran constantes pero no generaban demasiado peligro, hasta que primero Mané con un tiro que después de tocar en Albiol se ha envenenado, después Salah con una volea que Lo Celso ha desviado a córner, y finalmente Thiago con un disparo lejano que se ha encontrado con el palo, habrían podido deshacer el 0-0 inicial. Pasada la avalancha habitual del Liverpool, los castellonenses han podido resistir para cerrar la primera de las cuatro partes de la eliminatoria sin movimientos.

Se impone el talento

Si hubiéramos cogido la hoja de estadísticas en la media parte nos habría hecho pensar que los de Jürgen Klopp merezcan ir por delante, pero el orden, el compromiso y la concentración no aparecen reflejados en números pero también hace falta que sean reconocidos. En la segunda mitad, todo habría podido cambiar en el minuto 50. Fabinho enviaba la pelota al fondo de la red pero su asistente, el neerlandés Van Dijk, estaba en fuera de juego y eso mantenía el 0-0.

Sadio Mané ha marcado el 2-0 para el Liverpool / EFE

Pero después del primer aviso, han llegado los goles. En el 53, Estupiñán desviaba un centro de Henderson, Rulli no medía bien y con un autogol empezaba a decantar el partido con un golpe muy duro para los suyos. Y sin tiempo para levantarse psicológicamente, Mané, en el 55 convertía un pase mágico de Salah entre las piernas de Pau Torres en el 2-0.

El Villarreal corría el riesgo de hacer lo que no había hecho en toda la temporada, perderle la cara al partido. Y a punto ha estado Andy Robertson de marcar el tercero, pero otra vez un fuera de juego lo ha impedido. Pero el Liverpool en sólo 20 minutos, había marcado cuatro goles, aunque sólo dos han subido al marcador. Con buena parte del trabajo hecho por los de Jürgen Klopp, habrían podido marcar algún gol más aprovechando el impulso, pero a medida que pasaban los minutos han preferido no dar ninguna opción de reacción al Villarreal y arriesgar un poco menos, conscientes que el 2-0 que han conseguido les hace ser muy favoritos en la vuelta. Los de Unai Emery, en cambio, que habrían podido perder por más goles, intentarán que con el Estadio de la Cerámica lleno, puedan darle la vuelta a un duelo que se les ha puesto muy en contra.

 

Imagen principal: Sadio Mané celebra con Robertson el 2-0 / EFE