La historia interminable. El Real Madrid, una vez más, ha firmado una remontada milagrosa para eliminar al Manchester City de Pep Guardiola (3-1) y jugará la final de la Champions de París. Rodrygo, con dos goles en los minutos finales del tiempo reglamentario, ha enviado el partido a la prórroga y Benzema, de penalti, ha culminado el milagro para dejar en nada el gol de Mahrez.
Al City le cuesta entrar en el partido
Los merengues salieron vivos de Manchester ocho días antes, sin embargo, como es lógico, un partido en el Bernabéu es muy diferente que en el Etihad. Si en los primeros 15 minutos del partido de ida el dominio de los de Guardiola fue devastador, la igualdad ha sido la tónica dominante en el partido de hoy.
De hecho, la primera ocasión de peligro ha venido de la cabeza de Benzema, cuando en el minuto 4 ha enviado fuera de un gran centro de Carvajal, en una de las que el francés suele enviar al fondo de la red. Pocos minutos más tarde, jugada casi calcada. Carvajal habilita a Fede Valverde y el uruguayo pone una pelota tensa al punto de penalti, y otra vez Benzema, definió demasiado alto.
A los citizen les ha costado exactamente 20 minutos asentarse en la atmósfera de un partido de Champions en el Bernabéu, y primero con un tiro de De Bruyne, y después con un intento de Bernardo Silva han amenazado un Courtois que estaba viviendo demasiado tranquilo. Lo han aprovechado los de Guardiola para controlar más el juego, y con un ritmo más pausado que el que quería proponer Ancelotti.
El Madrid perdona; Mahrez, no
Además, el Madrid contaba con la permisividad de Daniele Orsato, ya que el árbitro italiano le ha perdonado dos tarjetas amarillas a un Casemiro que mantiene la impunidad habitual. Con bastantes interrupciones y sin goles el partido ha llegado al descanso. Todo habría podido cambiar en la segunda jugada de la reanudación, cuando los blancos han cogido totalmente desprevenidos a los ingleses y Vinícius ha perdonado solo delante de Ederson.
Pero no sólo han tenido esta, y en el primer cuarto de hora de la segunda parte ha sido un goteo de llegadas a los alrededores del área de Ederson. Y ha sido así, en gran medida, porque Vinícius ganaba todos los duelos a Walker, que llegaba muy justo al partido y ha acusado la inactividad de las últimas semanas.
Guardiola lo ha aguantado hasta el minuto 70, mismo momento en que ha retirado del partido a un De Bruyne bastante apagado. Y sin tiempo para ver la influencia de los cambios, ha llegado el golazo de Mahrez. Bernardo Silva ha podido controlar con muchos espacios en la zona ancha, ha fijado a la defensa antes de abrir a la derecha donde Mahrez ha definido con mucha potencia al primer palo. Courtois se había vencido con el cuerpo hacia el palo largo y cuando ha querido rectificar no ha llegado.
Rodrygo hace de Benzema...
Con el gol y poco más de 15 minutos por delante, ni siquiera la afición del Madrid, habituada a creer en cosas que para el resto de mortales sueño directamente imposibles, parecía creer. El Madrid se ha abocado al ataque, pero las ocasiones más claras las ha tenido Grealish.. Primero Mendy, bajo palos, y después Courtois han evitado el 0-2 que habría dejado finiquitada la eliminatoria.
Y eso, un hilo de vida, es la única cosa que necesita el Madrid. Y ha llegado el milagro. Sí, otro. Primero, Benzema hacía bueno un pase de Camavinga y Rodrygo ha puesto el pie antes de Ederson para dejar la eliminatoria a un gol. Quedaban los seis minutos de añadido, pero en el 91 ya estaba todo empatado. Y, otra vez, con gol de Rodrygo.
El brasileño, de 1,74m ha ganado un centro ante torres como Rúben Días o Laporte y ha enviado el partido a la prórroga, y gracias, porque el Madrid ha dispuesto de ocasiones para remontarlo antes. El City ha salido casi KO al tiempo extra, y Rúben Días ha hecho un penalti claro sobre Benzema para acabar de adornar todo el espectáculo.
... y Benzema culmina la obra de Rodrygo
Benzema no ha fallado, y en el minuto 93, el Madrid ya estaba en la final de París. Quedaba casi media hora de juego, pero el equipo de Guardiola eran once almas en pena deambulando por el césped del Bernabéu y con miles de preguntas, pero ninguna respuesta. Han conseguido creer que no estaba todo perdido, y la primera parte de la prórroga ha acabado en el área de Courtois, con una doble ocasión que ni Foden ni Fernandinho han podido convertir en gol para volver a empatarlo todo.
En los últimos 15 minutos, a casi todo el mundo, menos en los que habían entrado de refresco, las ha fallado la cabeza y las piernas. Guardiola veía desde la banda cómo los suyos intentaban contagiarse de la fe del rival, pero la relación del Madrid con la Copa de Europa no la tiene nadie, y el City ha acabado resignado en un Bernabéu enloquecido que ha celebrado otro milagro.
Un milagro, que siempre parece ser el penúltimo, ya que la Champions siempre nos tiene reservada una nueva página impensable con el Madrid como protagonista. Quien sabe, si la siguiente se escribirá el próximo 28 de mayo en el Stade de France, contra el Liverpool, que buscará vengarse de la final que perdieron en el 2018.