El Real Madrid ha acabado ganando por la mínima a un combativo Shakhtar Donetsk (2-1) a pesar de ponerse con una ventaja de dos goles en menos de media hora. La falta de acierto de los delanteros blancos, las intervenciones del portero Trubin y la resiliencia de los ucranianos ha mantenido la incógnita del signo del partido hasta el pitido final, pero los blancos mantienen la racha ganadora en la Champions League.
Un Shakhtar desposeído de su esencia
Todos los condicionantes previos al partido situaban a los ucranianos con el cartel de derrotados colgado del cuello antes de empezar. Después de que estallara la guerra en su país, la gran mayoría de los futbolistas extranjeros se marcharon de sus equipos y si antes el Shakhtar era una extraña pero efectiva mezcla de Ucrania y Brasil, ahora ha presentado un once con todos los futbolistas de su país. Sin la capacidad inventiva de los brasileños, se han plantado con cuatro puntos de seis posibles, después de golear sorprendentemente en Leipzig y empatar en Varsovia, su nueva casa en Europa, contra el Celtic.
Con un equipo inicial donde sólo tres futbolistas tienen más de 25 años, no han renunciado a la salida de pelota de atrás desde el minuto 1, demostrando que por mucho que imponga el escenario, los principios son intocables. Igual que lo son los del Real Madrid, que cuando se asocian los buenos demuestran que lo son, y mucho. A Ancelotti no le preocupa tener unos niveles discretos de posesión porque sabe que cuando la jugada pasa por Kroos coge más claridad y cuando lo hace por Valverde, Vinícius o Rodrygo se llena de electricidad.
Rodrygo y Vinícius allanan el camino para el Real Madrid
Ha sido este último, Rodrygo, quien ha inaugurado el marcador en el minuto 13 en una jugada que mezcla personalidad y oportunismo. Él mismo ha iniciado la jugada y después de una pared involuntaria con un rival y un mal posicionamiento de Trubin bajo palos ha abierto el camino para los blancos. Si Rodrygo ha colocado la primera piedra del camino, su compatriota Vinícius parecía el encargado de asfaltarlo del todo.
Después de regalarle al Bernabéu algún detalle de muchos quilates, Vini ha cambiado su habitual rol de creador por el de finalizador, y después de una jugada donde han participado todos los atacantes blancos la ha enviado al fondo de la red con un disparo fuerte y cruzado para poner el 2-0 poco antes de la media hora de juego. Las ocasiones del Madrid eran constantes, y al mismo Vinícius le han negado su doblete sacando un tiro bajo palos.
Zubkov encarna la resistencia ucraniana hacia un futuro que parecía escrito
Cuando parecía que en cualquier momento llegaría el 3-0 que enterraría definitivamente las esperanzas del Shakhtar, los ucranianos han demostrado lo que llevan haciendo durante unos cuantos meses, resistir. Se han negado a asumir un futuro que parecía escrito, y en una de las pocas llegadas, un centro lateral ha acabado en el punto de penalti, dónde el delantero Zubkov, con un remate acrobático, ha puesto el miedo en el cuerpo de los madridistas con el 2-1.
En la segunda mitad, los blancos han salido con la consigna de intentar marcar pronto, y en los primeros minutos las ocasiones han sido constantes, pero la más clara del tramo inicial la ha tenido el Shakhtar. Su jugador con más talento, el extremo Mudryk, ha galopado hasta plantarse dentro del área de Lunin y cuando la jugada requería un disparo, ha optado por un último recorteque ha quedado abortado por Mendy.
El Madrid no sentencia y acaba sufriendo
Los minutos pasaban y ninguna de las ocasiones merengues acababan en gol. Ni Benzema ni Vinícius estaban acertados de cara a portería y pese al dominio en el juego de los madrileños, la ventaja mínima en el marcador hacía que los nervios del Santiago Bernabéu fueran en aumento.
El Shakhtar, sin nada que perder, ha introducido cambios ofensivos y a pesar de intentarlo con más ganas que convicción, los de Carlo Ancelotti han sido capaces de cerrar el partido con una victoria porla mínima que mantiene la perfección. 9 puntos de 9 posibles y una ventaja de seis respecto del tercero clasificado el Leipzig, lo que otorga, excepto hecatombe en la segunda vuelta de la fase de grupos, uno de los billetes hacia los octavos de final.