Se acabó. Leo Messi no jugará en el Barça la temporada que viene. "Iré al Inter Miami", ha confirmado el astro argentino en una entrevista conjunta a Sport y Mundo Deportivo. El culebrón Messi, pues, se ha terminado un 7 de junio, con el mercado de verano todavía cerrado, una decisión dolorosa para el barcelonismo, que en las últimas semanas se había ilusionado con volver a ver a Leo Messi, el mejor jugador de la historia del Barça, con el 10 a la espalda y el brazalete de capitán. "Tenía muchas ganas, mucha ilusión de poder volver, pero, por otro lado, después de haber vivido lo que viví y la salida que tuve, no quería volver a estar otra vez en la misma situación", ha explicado Leo Messi.

La decisión ha sido un torpedo en la línea de flotación del barcelonismo, que prácticamente daba por hecho la vuelta de Messi. "Para mí era hermoso que los seguidores coreasen mi nombre, lo disfrutaba. Desde que me fui, me fui de una manera rara, me habría gustado despedirme como se hizo ahora a Busi, Jordi, o como les pasó a Xavi e Iniesta en su momento. Me habría gustado irme de esa manera, poder haberme despedido de la gente bien, si bien era el momento de la pandemia y no podía haber gente en el estadio", ha afirmado el argentino.

Un culebrón con 3 temporadas

Después del culebrón del burofax, que terminó con Leo Messi quedándose en el Barça por la negativa de Josep Maria Bartomeu de traspasarlo, y de una segunda temporada, la de hace 2 años, cuyo final fue la salida del argentino del club blaugrana, con el PSG como destino, la tercera temporada del culebrón Messi empezó después del Mundial de Qatar, cuando se especuló sobre su retorno al Barça. Poco a poco, la bola de nieve se fue haciendo enorme, hasta el punto de que el Camp Nou empezó a corear su nombre en el minuto 10 de los partidos y de que tanto Joan Laporta como Xavi Hernández no dudaron en dejarlo caer en público.

Mientras, fue creciendo el interés del Al-Hilal, que le ofrecía una cantidad ingente de dinero para intentar convencerlo. La opción del Inter Miami, que había salido meses antes, parecía aletargada, cuando la realidad era que el club de David Beckham estaba trabajando en silencio, sin prisa pero sin pausa, en la búsqueda del acuerdo que se ha acabado produciendo.

Messi, en su despedida como jugador del Barça / Foto: EFE

Una montaña rusa de 3 días

Todo saltó por los aires el pasado lunes, cuando Jorge Messi se dejó ver en Barcelona para dejar unas declaraciones que hicieron eclosionar al entorno del club. "Messi quiere volver al Barça. Es una opción y le encantaría. Está cerca. El Barça es la prioridad", afirmó el padre y representante del jugador. "Me gustaría que Leo volviera", añadió Jorge Messi, que después se reunió con Joan Laporta en casa del presidente del club blaugrana.

Según Messi, la situación se produjo porque confiaban con que ya estaría todo resuelto a nivel económico para poder inscribirse como nuevo jugador del Barça. Al ver que tendría que esperar, estar pendiente de traspasos y bajadas de salario, le acabó por convencer para reactivar la opción de irse a los Estados Unidos. "La vez que me tuve que ir también LaLiga había aceptado que me inscribieran y al final no se pudo hacer. Bueno, tenía miedo a que volviera a pasar lo mismo".