El ministro de Deportes del Gobierno, Miquel Iceta, ha anunciado este viernes que el Consejo Superior del Deporte (CSD) pedirá al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) una medida cautelar para poder suspender al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, de sus funciones. Por lo tanto, el Gobierno aplicará el artículo 102 de la ley del deporte con el objetivo de apartar Rubiales de la presidencia de la RFEF por el beso a la jugadora de la selección española Jennifer Hermoso.
Lo hace después de que el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) haya calificado este viernes como "grave" la actitud del presidente suspendido de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, durante la celebración de la selección española por la victoria del mundial de fútbol femenino. Eso impide al Consejo General del Deporte (CSD), que depende del Gobierno, pueda suspender definitivamente de sus funciones a Rubiales. Con la medida cautelar, lo que busca el Gobierno es que sea el mismo tribunal quien inhabilite Rubiales.
¿Por qué el TAD no lo ha calificado de "grave"?
El motivo por el cual lo TAD no ha calificado de "muy grave" el caso Rubiales tal como pretendía el gobierno español, es por el incumplimiento del ejecutivo con el plazo de la ley del deporte. Según explica El Español, el gobierno español habría incumplido durante seis meses el plazo para desarrollar el régimen disciplinario de la nueva legislación. Por lo tanto, ha aplicado la ley del 1990 y el reglamento del 1992.
La nueva ley prevé un protocolo contra la violencia sexual, que no se ha aplicado. "Dar un beso a la fuerza tendrá consecuencias inmediatas", dice la nueva legislación que el ejecutivo estatal no ha aplicado. El TAD, por lo tanto, en vez de decidir si ha habido un beso a la fuerza, ha decidido si ha habido "abuso de autoridad". En este caso, el tribunal no lo ha visto así, y ha calificado de conducta "grave" el comportamiento de Rubiales de acuerdo con la segunda infracción planteada por el gobierno español en su denuncia. Es decir, "actos notorios y públicos que atenten contra la dignidad o el decoro deportivo, cuando revistan una especial gravedad".
A pesar de que el gobierno español también pretendía que la segunda denuncia se calificara de "muy grave", pero no ha sido así porque el tribunal no ha visto una "reiteración".
El Gobierno no cambia de criterio
Durante la rueda de prensa, Iceta ha expuesto que el criterio del CSD sigue siendo que el comportamiento de Rubiales sigue mereciendo el calificativo de "muy graves". Si el TAD lo hubiera calificado así, el mismo Gobierno podría haber inhabilitado Rubiales con el aval del TAD. Iceta también se ha hecho suyas las palabras de la jugadora del Barça Aitana Bonmatí durante la gala de la UEFA, en la cual la organización deportiva le entregó el premio como mejor jugadora: "En palabras de Aitana Bonmatí, no podemos permitir que haya un abuso de poder en una relación laboral". "No toleraremos la falta de respeto y hacemos un llamamiento a todos los estamentos deportivos a aislar y evitar estos comportamientos", ha asegurado el ministro de deportes.
El ministro de Deportes del Gobierno también ha asegurado que desde el CSD defenderán "la imagen, el honor y la dignidad del deporte español". "Estamos en contacto con la FIFA para evitar que el daño que ha habido tenga consecuencias negativas en cualquier tipo de competición", ha subrayado al ministro socialista. Sobre cuando se reunirá el TAD para resolver la cautelar del Gobierno, Iceta ha asegurado que eso no depende del Gobierno.
Rubiales, suspendido
En este contexto, la FIFA ya había suspendido Rubiales durante tres meses como presidente de la RFEF, a la espera de las decisiones de los tribunales. Por eso, el vicepresidente Pedro Rocha ha cogido el mando de la Federación y está la posibilidad de que destituye al entrenador de la selección española de fútbol femenino, Jorge Vilda, quien había dado apoyo inicialmente a Rubiales, aunque después se desdijo.
Sobre la sanción de la FIFA, no se puede descartar que el ente internacional prorrogue la sanción a Rubiales e, incluso, que lo haga indefinidamente. El objetivo del Gobierno es apartar Rubiales de delante de la RFEF, un objetivo que comparten varios partidos políticos. Además, las jugadoras de la selección española también han avisado de que, si no hay un cambio con respecto a los dirigentes de la Federación, no volverán a jugar al equipo que representa España.