Buenas noticias para el FC Barcelona... aunque no para todos. Dani Olmo está de vuelta tras tres semanas fuera por lesión y ha entrado en la convocatoria para el duelo de vuelta ante el Borussia Dortmund en los cuartos de final de la Champions League. El 4-0 de la ida ha dejado la eliminatoria prácticamente sentenciada, pero Hansi Flick no quiere relajaciones, y por eso celebra el regreso de un futbolista que considera clave en su esquema.
Olmo, que ha sido uno de los fichajes estrella de la temporada, se ha recuperado a tiempo para volver a ser importante justo en el tramo decisivo. Su vuelta, sin embargo, no cae bien a todos en el vestuario. En concreto, quien sale más perjudicado es Gavi, que ve cómo sus opciones de titularidad en la mediapunta se complican más que nunca.
Gavi, desplazado en la rotación
La lesión de Olmo había abierto una puerta para Gavi, pero no fue él quien la aprovechó. Fermín López ha sido el gran beneficiado durante la ausencia del internacional español. Su despliegue físico, llegada al área y entendimiento con los delanteros le han dado la confianza del cuerpo técnico, y ha sido titular por delante de Gavi en la mayoría de partidos importantes.

Ahora, con Olmo de nuevo disponible, el panorama cambia por completo. Flick cuenta con el ex del Leipzig como una pieza imprescindible en la mediapunta, ya sea para generar superioridades, mover al equipo entre líneas o aportar gol. Su calidad técnica y experiencia internacional le colocan en una posición de privilegio en los planes del técnico alemán.
Con Olmo y Fermín por delante, Gavi cae al tercer escalón en la lucha por esa posición. Y si se mantiene el 4-2-3-1 que ha implantado Flick, donde solo hay un hueco claro para un mediapunta puro, el andaluz lo tendrá muy complicado para ganarse minutos en los partidos clave.
Un papel inesperado
No hace tanto, Gavi era considerado intocable. Su irrupción precoz, su carácter competitivo y su compromiso le convirtieron en uno de los jugadores más queridos por la afición. Sin embargo, desde la llegada de Flick, su rol ha cambiado. Aunque el técnico alemán valora su actitud y entrega, no lo ve como la mejor opción para el sistema actual, especialmente en una posición tan específica como la mediapunta.
Además, su irregularidad en los últimos partidos tampoco ha ayudado. Gavi ha tenido minutos, pero no ha terminado de convencer, y eso ha abierto la puerta a que otros como Fermín se afiancen.

Flick y la meritocracia
Flick ha sido claro desde su llegada al Barça: juega quien está mejor, sin importar el nombre o el historial. Esta filosofía ha hecho que varios pesos pesados del vestuario hayan perdido protagonismo, y Gavi está siendo uno de los casos más claros. La vuelta de Olmo, además, refuerza esa competencia feroz en el centro del campo, donde hay más talento que nunca.
El canterano tendrá que seguir trabajando y esperar su oportunidad, sabiendo que ahora mismo está por detrás en la rotación. A sus 20 años, margen de mejora tiene de sobra, pero si quiere volver a ser titular en el Barça, deberá dar un paso al frente y aprovechar cada minuto que tenga.
El dilema del éxito
La recuperación de Dani Olmo es una excelente noticia para Flick y para el Barça, que recupera a uno de sus jugadores más determinantes. Pero también es el ejemplo de lo que supone tener una plantilla competitiva: cuando uno vuelve, otro pierde protagonismo. Y esta vez, el que queda tocado es un Gavi que tendrá que luchar más que nunca por su sitio.