Ya lo tiene. David Alonso ya tiene su anhelado y merecido Mundial de Moto3 tras vencer en Japón por delante de Collin Veijer y de Adrián Fernández. Como quien no se juega el título, el colombiano ha sido fiel al riesgo que tantas alegrías le ha traído esta temporada, remontando hasta la primera posición y haciendo gala de una gran capacidad de gestión de los timings.

Alonso se miraba los líderes desde la sexta posición como un cocodrilo asomando los ojos por encima de la superficie del río. A 8 vueltas para el final, cuando lo ha considerado oportuno, ha atacado. Lo hacía con dos hachazos sobre Iván Ortolá y Dani Holgado que lo ponían segundo, y aunque cuando, ya siendo líder, Ortolá ha puesto toda la carne en el asador para retrasar su alirón, el valenciano se ha ido al suelo y el Mundial de David Alonso ya era inevitable.

David Alonso, 10 victorias en 16 carreras para tocar la gloria en Japón

El piloto de Asper, a sus 18 años y 164 días, se ha proclamado campeón del Mundial de Moto3 tras conseguir 10 victorias en 16 carreras. De esta manera, David Alonso se convierte en el primer colombiano campeón mundial de la historia del motociclismo y, paralelamente, en el piloto con más victorias en Moto3.

David Alonso, de madre colombiana, pero nacido y desarrollado en España, tenía que sumar 3 puntos más que Dani Holgado, no tenía que ceder 6 puntos ante Ortolá ni ocho ante Veijer. Finalmente, ha sumado 12 más que Holgado (4.º), 25 más que Ortolá (DNF) y 5 más que Veijer, que lo ha acompañado en el podio en el 2.º puesto.

David Alonso y su precioso escrito la noche antes de ser campeón: "Si mañana sobre las 12 estoy leyendo esta carta, significará que lo he conseguido"

David Alonso ya tenía en el bolsillo a muchos apasionados de las motos por su estilo y talento, pero este domingo, después de salir a la luz su precioso escrito la noche antes de ser campeón, se ha ganado el corazón de muchos aficionados más. El nuevo campeón de Moto3 anunciaba que "quería escribir lo que sentía en aquel momento antes de irme a dormir".

"Estas son las palabras y los sentimientos que tenía en aquel momento. Me asusta el hecho de pensar como puede cambiar mi vida en menos de 24 horas. Es por la noche y solo tengo ganas de llorar. Me miro al espejo y me digo a mí mismo: mañana serás campeón del mundo. Y se me aguan los ojos. No sé si soy realmente consciente de la situación ni si estoy preparado para ello. Es el sueño que siempre he querido desde pequeño y ahora, ahora que lo tengo ahí en frente, a solo unas horas, es cuando más lejos parece estar. Por suerte acostumbro a dormir bien y al menos el sueño no me lo quitará. O no lo sé. Lo único que sé es que si mañana, sobre las 12, estoy leyendo esta carta, significa que sí, que lo he conseguido. Perdón, quería decir, que lo hemos conseguido".