El Barça volvió a sufrir un duro revés a sus aspiraciones de cosechar algún título a final de temporada al caer eliminado en San Mamés en los octavos de final de la Copa del Rey. El Athletic Club fue superior a los blaugrana que, pese a forzar la prórroga in extremis, sucumbieron al empuje de los leones en el tiempo extra.
Abde ocupó el puesto de Dembélé
Para este partido, Xavi contaba con Ousmane Dembélé hasta que se aceleraron todos los acontecimientos. Primero, las declaraciones del director de fútbol del club, Mateu Alemany, explicando que el francés iba a ser apartado del equipo por su negativa a renovar y que se intentaría venderlo durante este mismo mercado invernal. Y luego, el comunicado del propio futbolista defendiéndose de todas las acusaciones recibidas en sus 4 años como futbolista del Barça.
Entonces, el entrenador egarense se vio obligado a cambiar sus planes y optó por dar entrada a Abde en la banda derecha, la posición habitual de Dembélé. Pero el Abde de las últimas semanas ha bajado el nivel respecto a sus primeros partidos en la élite, cuando irrumpió con fuerza y deslumbrando a propios y extraños.
Lo intentó incansablemente
Además, el futbolista hispanomarroquí decidió renunciar a la Copa África que se está disputando en estos momentos para poder centrarse en el Barça y seguir ganándose un puesto en la primera plantilla, demostrándole a todos, incluídos Xavi y Joan Laporta, que quiere ser una de las estrellas del Barça del futuro.
Su trabajo es innegociable, y ayer en San Mamés estuvo incansable en su intención de estirar al equipo cuando más lo necesitaban, y percutió constantemente con su velocidad a la espalda de Yuri Berchiche. Además, su habilidad con el regate le permitió arañar varias faltas de mucho valor para su equipo.
Fue cambiado al descanso
Pero no se le vio cómodo, y durante varios momentos estuvo muy desconectado del juego. Los interiores, Gavi y Pedri, no podían encontrarle con espacios y Xavi decidió cambiarle en el descanso por Nico para reforzar la medular y evitar que se rompiera demasiado el equipo con 1-1.
Ya fue señalado en Granada, dónde su pérdida de concentración desembocó en el empate de Antonio Puertas. Xavi sigue dándole confianza, pero parece que el efecto de Abde está siendo un poco efervescente y ha ido desvaneciéndose. El Barça confía que, con su juventud y con el margen de mejora que tiene, será un jugador más que aprovechable, pero los malos resultados hacen que se pierda la paciencia y pueden pagar justos por pecadores.