Leo Messi ha estado presente en la tribuna del Camp Nou para ver el último partido del año del Barça, un pobre empate en casa delante de un Eibar que ha puntuado en el estadio blaugrana por primera vez en su historia. El futbolista, que se encontraba en Argentina con permiso del club, no ha entrenado los últimos días por unas molestias en el tobillo.
Sin el 10, el partido se presentaba como una oportunidad para qué jugadores como Griezmann o Coutinho ocuparan la plaza, pero no ha sido así y el Barça ha ofrecido una imagen decepcionante. Un partido mal jugado y mal competido por parte de los hombres de Koeman, demostrándose fácil de defender y fácil de atacar. Los números hablan por si solos: después 7 victorias, 4 empates y 4 derrotas, el Barça ha despedido en el 2020 de la peor manera posible y dejándose media Liga por el camino.
En las gradas, como desgraciadamente se ha convertido habitual, no se ha podido ver la reacción de la afición, paero sí se ha podido registrar la reacción que ha ofrecido Leo Messi justo después de levantarse del asiento una vez el árbitro ha pitado el final. Poco más que añadir:
El problema no es Messi
Muchos han sido los que se han empeñado en amontonar encima de la figura de Messi la gran cantidad de problemas que rodean actualmente al club. Demasiada gente ha señalado a Messi culpándolo de revifador de la crisis blaugrana.
Con estas acusaciones y después de haber repetido tantas veces el "sin Messi jugamos mejor", será complicado convencerle para que se quede. Sin encontrar las soluciones a la inconsistencia tanto ofensiva como defensiva por la que pasa el equipo y tras las constantes demostraciones de inestabilidad, necesitaremos preguntarnos si realmente querrá jugar los últimos años de su carrera en un equipo que luchará por entrar en la Champions.
La reacción de Messi dice mucho, con una cara de evidente desilusión que explica muchos de los problemas por los que pasa el club. Ha quedado demostrado que teniéndolo mínimamente a gusto ya basta para convertir una temporada correcta en una temporada excelente. Messi no es el problema.