La Masia es una fábrica inagotable de talento. No solo para abastecer al primer equipo del FC Barcelona de jugadores de élite que acaban siendo estrellas o jugadores más que válidos para un equipo de la exigencia del blaugrana, sino que también se aprovecha del trabajo del fútbol base blaugrana el resto de España, y de Europa.
Keita Baldé, de Arbúcies a Campeón de África
Porque no todos tienen sitio en el Barça, y el efecto embudo que se produce en todas las grandes canteras del planeta, hace que la gran mayoría de futbolistas se vean obligados a irse para intentar labrarse un futuro como futbolistas profesionales, que al final es el sueño de tantos millones de niños alrededor del mundo.
Uno de esos jugadores es Keita Baldé. Nacido en la localidad gerundense de Arbúcies hace 26 años, el internacional, y recientemente Campeón de África con Senegal, el país de sus padres, ingresó en el Barça después de destacar en la Damm, otra de las grandes canteras del fútbol catalán y que año tras año moldea futbolistas que acaban siendo profesionales o que se marchan a otras canteras más potentes, como hizo Baldé.
Un problema de indisciplina le obligó a marcharse cedido al Cornellá cuando tenia 16 años, y ya no volvió, porque inició su aventura internacional. Lazio, Mónaco, Inter, Sampdoria, y ahora, Cagliari, donde lucha por evitar el descenso pese a ser un jugador importante y haber recuperado un buen nivel, tras unas últimas temporadas que dejaban dudas.
Imposible que vuelva al Barça
Su perfil gusta mucho en el Barça, y casi en cualquier equipo, porque es un jugador que se adapta bien a todas las posiciones de ataque. No obstante, las puertas del Camp Nou están cerradas para él, porque Xavi Hernández piensa que ya no da el nivel.
En ataque, hay dos grandes incógnitas en Can Barça. Primero, el caso Adama. En un caso parecido al de Keita Baldé, Adama sí que ha podido volver pero lo ha hecho como cedido. Pese a estar jugando mucho y bien, Laporta debe decidir si merece la pena ejercer la opción de compra de 30 millones.
Por otro lado, una vez más, Erling Haaland. Si el Barça ficha al noruego u otro delantero de nivel, con eso se daría por cerrado el frente de ataque. Keita, aunque estaría encantado de volver, sabe que es imposible, porque Adama solo hay uno y su futuro pasa por seguir trabajando lejos del Camp Nou.