El Clásico de ida de las semifinales de la Copa del Rey puede significar un antes y un después para Real Madrid y Barça. El conjunto merengue, local en la victoria por la mínima del FC Barcelona de este jueves, todavía tiene 90 minutos por delante con el fin de dar la vuelta a un marcador global que de momento le es adverso.
Con todo, el golpe de caer contra un Barça sin sus tres piezas principales y, de añadida, hacerlo en el Santiago Bernabéu, ya está asestado. Los blancos se veían superiores en el juego y en las sensaciones, pero no fueron capaces de plasmar este empuje en el marcador y acabaron el partido totalmente desdibujados por un Barça que los acabó sacando de quicio.
El Real Madrid añora a Benzema
El Barça se refugió en su fortaleza inexpugnable para defender el marcador que le era favorable gracias a Franck Kessie y a Éder Militao. Ronald Araujo, como ya viene siendo costumbre en los últimos Clásicos, asumió el rol de anti-Vinícius para, a pesar de la insistencia del brasileño, dejar con la pólvora mojada a una de las principales armas de Carlo Ancelotti.
Araujo se desplazaba al carril para dejar el eje de la defensa a Jules Kounde, que después de unas semanas de dudas, volvió a ser el central expeditivo que se hizo un hueco entre los mejores del mundo en las filas del Sevilla. Araujo se ocupó de maniatar a Vinícius, mientras que Kounde tuvo como tarea reducir a su compatriota y Balón de Oro Karim Benzema.
El francés se mostró activo en su habitual rol asociativo, pero siempre lejos del área y, por lo tanto, del peligro para la portería de Ter Stegen. De hecho, fue tal la poca producción ofensiva del Real Madrid que no se contabilizó ningún disparo en la portería blaugrana en todo el partido. El Real Madrid echa de menos a sus máximos artífices, pero sobre todo añora a un Karim Benzema que, si no puede fluir, ni juega ni alimenta a sus compañeros de delantera con sus asociaciones.
Florentino Pérez empieza a pensar en una reducción de sueldo para Karim Benzema
El rendimiento de Karim Benzema sigue estando a un nivel excelso, pero Florentino Pérez tiene en cuenta que el francés ya tiene 35 años y que, poco a poco, sus lesiones son cada vez más frecuentes. Por esta razón, el máximo mandatario del Real Madrid quiere congelar el salario del '9' e, incluso, empezar a pensar en una reducción de este a medida que sus prestaciones sigan disminuyendo. De momento, hay que tener en cuenta que su actual contrato caduca el próximo 30 de junio.