El Real Madrid no está jugando bien. Es un hecho. Al conjunto blanco le está costando horrores sacar adelante partidos a priori asequibles. El Leganés llegaba al Santiago Bernabéu con el cartel de matagigantes tras vencer al Atlético de Madrid en Butarque y al Barça en Montjuïc, pero cabe decir que el conjunto pepinero, en zona de descenso, tenía que ser una víctima fácil para los merengues.
Sea como sea, los de Carlo Ancelotti se quedaron con los tres puntos de manera muy polémica (3-2), viendo dos de sus tres goles manchados de acciones muy controvertidas. El primero, el 1-0, obra de Kylian Mbappé desde el punto de penalti, vino ocasionado de una acción entre Óscar y Arda Güler que ni mucho menos era merecedora de falta si se hubiera producido fuera del área. Penalti, todavía menos. Y en el caso del tercero, el 3-2 definitivo, lo rubricó Mbappé de falta directa en una acción en la que, de nuevo, no hubo ninguna irregularidad en su origen. Conducía Rodrygo y la intervención de Renato Tapia le derribó, pero en ninguno de los casos cae por una falta del peruano, sino por el vértigo de una jugada totalmente natural.

Lunin se enfanga hasta el fondo: "Tenemos que ganar estos partidos sin ayuda"
En el Real Madrid, jugadores y aficionados saben que el equipo no está en un buen momento de juego. Este sábado, el runrún del Bernabéu durante el descanso lo denotó, pero quien se dejó ver abatido fue Andriy Lunin en la comparecencia post-partido. El ucraniano se mostró visiblemente desanimado con la actuación del equipo hasta el punto que, en un pronto de sinceridad, se enfangó hasta el fondo.
Lunin empezó reconociendo que "no quiero hablar de las decisiones de los árbitros", pero lo acompañó de un muy polémico "tenemos que ganar estos partidos sin ayuda". Al portero del Real se le puede apreciar dubtiativo antes de soltar la bomba, pero, finalmente, lo hace, explicando también que "me refiero a que tenemos que solucionar estos partidos jugando bien, jugando ordenados".

Lunin lo intenta arreglar sin éxito
El ucraniano declaró que "tenemos que intentar no encajar goles" y "evitar ganar así para no meternos en el mundo de los árbitros", palabras que se convierten en un intento en vano de arreglarlo, ya que, básicamente, acaba enfangándose de nuevo. El "ganar así" vuelve a equivaler a la aceptación de que el Real Madrid recibió ayuda arbitral. Y es que, cuando uno se encuentra sumido en arenas movedizas, cuanto más se mueva para salir, más se hunde.