Este miércoles fue un día clave en el organigrama directivo del FC Barcelona. Deco fue confirmado como director deportivo, mientras que Mateu Alemany abandonará el barco en las próximas semanas. El ex jugador portugués, que hasta ahora había ejercido de asesor externo, tomará el mando en lo que se refiere a las decisiones sobre entradas y salidas en el primer equipo. Y tiene bastante trabajo por delante en lo que queda del mercado de fichajes.

En lo primero, las entradas, Deco tiene hasta tres jugadores en cartera. Uno de ellos es Joao Cancelo. La contratación de un lateral derecho es una petición expresa de Xavi Hernández y una necesidad en la plantilla. El pasado jueves ya mantuvo una reunión a distancia con su agente, Jorge Mendes. Y podría ser su primera operación como director deportivo. No solo eso. Deco sigue sin perder de vista a Ivan Fresneda, del Valladolid.  Le ve como una apuesta de futuro y quiere hacerse con sus servicios antes de que se lo lleve otro equipo (en la Premier League tiene algunos pretendientes) y su fichaje sea imposible más adelante.

Tres fichajes y cuatro salidas

El tercer objetivo tiene que ver con un jugador para las posiciones ofensivas. Xavi quiere a Lo Celso, pero Deco prefiere a Joao Félix. Está por ver quién gana el pulso y si alguno de estos dos fichajes es posible.

Ansu Fati banquillo Barça / Foto: Europa Press - Irina R. Hipolito
Ansu Fati banquillo Barça / Foto: Europa Press - Irina R. Hipolito

Pero no todo el trabajo que Deco tiene por delante tiene que ver con incorporaciones. También tiene algunas salidas que cerrar sobre la mesa. Y son cuatro los jugadores señalados. Clement Lenglet y Sergiño Dest son los que ocupan las primeras posiciones de la rampa de salida. Ninguno de los dos cuenta para Xavi. Con el francés ni siquiera hay intenciones de inscribirlo salvo por causa de fuerza mayor.

A ellos se suman dos hombres de la línea de ataque. Estos son Ansu Fati, con el que considera que puede hacer buena caja, y Ferran Torres, que no ha dado el rendimiento que se le esperaba teniendo en cuenta los 55 millones de euros que se pagaron por su fichaje.