El empate 2-2 entre el Celta de Vigo y el FC Barcelona en Balaídos ha dejado conclusiones no solo en el cuerpo técnico, sino también en la dirección deportiva encabezada por Deco. Uno de los puntos más destacados ha sido la decisión del director deportivo azulgrana de descartar el fichaje de Óscar Mingueza, quien estaba en la agenda del club como una posible incorporación para reforzar los laterales en enero.
Mingueza, formado en la cantera del Barça, tuvo un inicio de temporada destacado en el conjunto gallego, lo que despertó el interés de su antiguo club. Sin embargo, el partido del sábado ha sido decisivo para que Deco cambie de parecer. El lateral del Celta fue protagonista por los motivos equivocados, cometiendo dos errores que terminaron en los goles del equipo azulgrana. Estas acciones evidenciaron que, pese a sus buenos momentos, aún le falta consistencia y solidez para regresar al nivel exigido en el Camp Nou.
El primer error de Mingueza llegó en el minuto 15, cuando una mala lectura defensiva permitió que Raphinha desbordara por su banda y anotara el primer tanto. Más tarde, en la segunda mitad, una pérdida de balón en una zona comprometida derivó en el segundo gol culé, dejando a su equipo en una situación muy delicada. Aunque el Celta logró empatar gracias a la reacción liderada por Iago Aspas, la actuación de Mingueza no convenció a Deco, quien observaba atentamente desde el palco.
Tras el encuentro, fuentes cercanas al club confirmaron que la decisión de Deco es definitiva: el ex canterano no será una opción para reforzar los laterales. Este movimiento subraya la necesidad del Barça de buscar alternativas de mayor calidad y regularidad, especialmente en una posición que Hansi Flick considera clave para el rendimiento del equipo.
El rendimiento de los actuales laterales, como Alejandro Balde y Jules Koundé, ha sido positivo en líneas generales, pero la falta de profundidad en la plantilla hace imprescindible la llegada de refuerzos en enero. Sin embargo, el análisis de Deco deja claro que mirar hacia Mingueza no será la solución.
El exjugador del Celta había mostrado destellos de calidad en el arranque de la temporada, lo que generó expectativas sobre su evolución. Pero, tal como se vio el sábado, su rendimiento ha decaído, y el Barça no puede permitirse apuestas arriesgadas en un mercado de fichajes donde cada movimiento debe ser certero. Ahora, el club deberá explorar otras opciones para cubrir una necesidad que Flick considera prioritaria de cara a la segunda mitad de la temporada.
El regreso de Mingueza al Camp Nou tendrá que esperar, si es que alguna vez sucede. Mientras tanto, Deco y su equipo ya trabajan en encontrar un perfil más acorde con las demandas del proyecto azulgrana.