El Barça estuvo muy cerca de conseguir dar salida a un jugador que figuraba entre los candidatos a hacer las maletas, y por el cual podían obtener unos ingresos interesantes. Porque Pablo Torre ha sido una de las piezas que Hans-Dieter Flick ha utilizado menos a lo largo de estos primeros meses de temporada, debido a la increíble competencia que existe en su demarcación, con cracks como Frenkie de Jong, Pablo Paéz ‘Gavi’, Pedri González, Fermín López o Dani Olmo.
Tan solo ha podido disputar los choques menos importantes y su papel ha sido claramente testimonial, jugando principalmente como revulsivo, o cuando sus compañeros han estado lesionados. Aún y así, ha dejado muy buenas sensaciones siempre que ha estado en el campo, y las estadísticas que ha conseguido son realmente positivas, considerando lo poco que ha jugado. Porque ha sido capaz de anotar cuatro goles y de repartir tres asistencias en tan solo 373 minutos, divididos en 12 choques.
Unas actuaciones que le han servido para que entidades como el Villarreal se interesaran en su contratación, y también otros equipos como el Betis, el Valencia, la Real Sociedad o el RCD Mallorca. Aunque en la recta final del mercado de invierno, fue el Oporto el conjunto que más insistió para llegar a un acuerdo con Joan Laporta y con Deco, y llegaron a presentar una oferta en firma, valorada en unos 10 millones de euros, aproximadamente.
Los portugueses vieron como una de sus principales figuras, Nico González, firmaba por el Manchester City en las últimas horas, después de que Pep Guardiola obligara a pagar su cláusula de rescisión. Esto provocó que ‘Los Dragones’ tuvieran que buscar a un sustituto, y pensaban que Torre podía ser un refuerzo muy interesante. Y el Barça aceptó la propuesta que realizaron por el internacional español sub 21, ya que era una cifra muy importante.
Sobre todo, considerando su papel residual en los sistemas de Flick, y el precio que pagaron en su momento por Pablo, de tan solo cinco ‘kilos’.
Torre no quiso dejar el Barça
Pero de manera sorprendente, fue Torre quien se negó a dejar el Barça a mitad de curso, a pesar de que en el Estadio do Dragao le podían prometer un papel mucho más principal y protagonista.
El ex del Racing de Santander y del Girona afirma que desea seguir a las órdenes de Flick, y quedarse para celebrar algún título, tal y como hizo recientemente su compañero Eric García.