Deco ha tomado una decisión clara con respecto a Andreas Christensen: el central danés está en el mercado, y el club busca obtener alrededor de 20 millones de euros por su traspaso el próximo mes de enero. Aunque llegó al equipo en 2022 como agente libre desde el Chelsea, las circunstancias actuales y la planificación a futuro del Barça han dejado a Christensen en una posición complicada.
La temporada de Christensen comenzó de manera desafortunada debido a una lesión de tendón que lo ha mantenido fuera de los terrenos de juego desde los primeros compases. Aunque se espera que regrese plenamente recuperado en enero, su papel en el equipo dirigido por Hansi Flick parece haberse reducido considerablemente. Con hasta seis centrales disponibles en la plantilla, y un Jules Koundé asentado como lateral derecho, las oportunidades para el danés se presentan cada vez más limitadas.
El Barça tiene prioridades claras en defensa: jugadores jóvenes como Cubarsí y consolidados como Ronald Araújo están en el centro del proyecto. Además, Íñigo Martínez ha convencido plenamente a Flick, y su tercer año de contrato ya está garantizado, asegurándole un puesto para la próxima temporada. A esto se suma la recuperación de Frenkie de Jong y la irrupción de Marc Casadó, que han cerrado aún más las puertas para que Christensen pueda ser utilizado como pivote defensivo, una posición en la que brilló en algunos momentos bajo la dirección de Xavi Hernández.
Por ahora, Christensen ha dejado claro que desea apurar sus opciones en el Barça y no tiene intención de escuchar ofertas a corto plazo. Sin embargo, su contrato expira en 2026, y la falta de minutos de calidad podría obligarlo a reconsiderar su postura. Desde el club, no se ha hecho ningún movimiento para renovar su contrato, un detalle que indica que su continuidad no es una prioridad.
El danés sigue teniendo un gran cartel en Europa, especialmente en la Premier League, donde varios clubes ya han preguntado por él en el pasado. También en Italia hay equipos interesados, lo que asegura que el Barça podría obtener una cifra considerable por su traspaso. Aunque la cantidad esperada se reduce ligeramente debido a que su contrato entrará en su penúltimo año en junio, los 20 millones que pide Deco se ven como un objetivo realista.
Con una defensa cada vez más consolidada y opciones interesantes desde la cantera o el mercado a coste cero, la marcha de Christensen no supondría un problema deportivo para el Barça. La decisión final estará en manos del jugador, pero todo apunta a que su etapa en el club podría estar cerca de llegar a su fin.