En el Barça presumen a diario de la increíble cantidad de jugadores que se han consolidado en el primer equipo y que se han criado en La Masía, como es el caso de Pablo Paéz ‘Gavi’, Iñaki Peña, Anssumane Fati, Alejandro Balde, Pau Cubarsí, Marc Bernal, Marc Casadó, Héctor Fort o Lamine Yamal, mientras que Andrés Cuenca, Guille Fernández o Toni Fernández esperan hacer lo mismo, y ya son habituales en las convocatorias de Hans-Dieter Flick.
Sin embargo, también hay muchas joyas que llegaron a debutar y a tener continuidad en la élite en el Camp Nou, pero que finalmente tuvieron que hacer las maletas para tener más regularidad. Y algunos ejemplos que podemos poner son los de Carles Aleñá, Carles Pérez, Oscar Mingueza, Ángel Alarcón, Ilias Akhomach, Álex Valle, Juan Miranda o Ilaix Moriba. Aunque el protagonista de hoy es Nico González, que pudo debutar de la mano de Ronald Koeman.
Impresionó en sus primeros partidos, y rápidamente fue considerado como el sucesor de Sergio Busquets. Tenía unas condiciones increíbles, y estuvo cerca de poder debutar con la selección española absoluta. Pero por desgracia para él, todo cambió drásticamente desde la llegada de Xavi Hernández al banquillo, que le relegó a un discreto segundo plano, y le dio muy poca confianza. Y aunque no quería irse, se vio obligado a probar suerte en otro club. Y el Valencia fue su primera parada.
Allí recaló a través de un préstamo que no tuvo el éxito esperado por culpa de los problemas físicos que le acompañaron, y esto propició que Deco y Joan Laporta optaran por darle salida definitivamente, y aceptar la oferta que el Oporto realizó. Un error que ha hecho que en el Barça estén muy arrepentidos, debido a la increíble progresión que ha experimentado el hijo del mítico Fran González, capitán y leyenda del Deportivo de la Coruña, desde que se trasladó a Portugal.
Nico ha crecido una barbaridad, y se ha convertido en uno de los mediocentros jóvenes más cotizados de Europa, colándose en la agenda de entidades muy poderosas.
Deco reconoce que se equivocó con Nico
Deco es el primero que admite que se equivocó a la hora de no valorar las habilidades de González y apostar por él, y ahora parecen pocos los ocho millones de euros que pagaron desde el Estadio do Dragao.
Sobre todo, viendo los problemas que Flick tiene en la medular del Barça. Y si Laporta desea recuperar a Nico, ahora tendría que pagar más de 30 ‘kilos’ a cambio. Los contactos con su agente ya han comenzado de cara al próximo verano.