El Barça, poco a poco, va construyendo un equipo que de nuevo tiene la identidad del club y el potencial que siempre le ha caracterizado. La salida de balón de Marc-André Ter Stegen, la potencia defensiva de Ronald Araujo, la magia de İlkay Gündoğan y la pólvora de Robert Lewandowski empiezan a complementarse con las perlas de la Masia que poco a poco van incrustándose en el primer equipo.

Lamine Yamal en la delantera, Gavi en la medular y Héctor Fort y Pau Cubarsí en la línea defensiva son proyectos muy prometedores que en el club se valoran mucho de cara al futuro, pero que también tienen un valor incalculable en el presente en vista de que el Barça atraviesa una situación financiera muy difícil.

Lamine Yamal, celebrando su golazo durante el Barça-Mallorca / Foto: EFE

La soga del fair play financiero vuelve a apretar

El caso es que, como no podría ser de otra manera, los futbolistas que pertenecen al Juvenil perciben un salario muy inferior al de algunos futbolistas contrastados de la primera plantilla. Incluso, en algunos casos, el rendimiento de los jóvenes acaba superando al de las supuestas estrellas como es el caso de Lamine Yamal y Raphinha.

En este contexto, y según informa RAC1, el Barça se estaría planteando la continuidad de Iñigo Martínez, precisamente, por su ficha. Si el equipo blaugrana consigue el fichaje de un pivote y de un lateral, Andreas Christensen y Jules Kounde podrían volver a contabilizar como defensas centrales y, con Pau Cubarsí, el Barça volvería a tener a 4 en plantilla. En este sentido, se ahorraría la ficha de Iñigo Martínez en plena lucha para generar espacio salarial, pudiendo utilizarla para inscribir a otros futbolistas que se querrían hacer llegar como, por ejemplo, Joshua Kimmich.

Joshua Kimmich, durante un partido con la camiseta del Bayern de Múnich / Foto: Europa Press

Iñigo Martínez, podría reportar incluso ingresos en concepto bisiesto

Además, aparte de ahorrarse el salario del jugador vasco, apostar por su venta tiene dos puntos positivos más para Deco. El primero, y el más importante, sería el de poder aspirar a ciertos ingresos en concepto de venta en vista de que el rendimiento del ex del Athletic Club en Can Barça está siendo bueno y que se marcharía solo por una cuestión económica. Además, y aquí es donde entraría en juego la otra razón, es que la salida de un futbolista de 32 años aportaría en la idea de seguir rejuveneciendo a una plantilla que cada vez está más cerca de recuperar la huella de la Masia. Además, hay que recordar que Iñigo llegó al Camp Nou a coste cero.