Deco y Hansi Flick enfrentan una situación cada vez más compleja con Ansu Fati en el FC Barcelona. Ayer, el joven delantero volvió a lesionarse durante un entrenamiento, y se espera que esté fuera de los terrenos de juego por al menos cuatro semanas. Esta nueva lesión es solo el último capítulo de un historial médico preocupante que ha marcado la carrera de Ansu en los últimos años, y que ha puesto en jaque la paciencia tanto de Flick como de Deco. El entrenador alemán tiene muy claro que quiere que el delantero abandone el club en enero, mientras que el director deportivo sabe que no será sencillo encontrarle un destino en el mercado invernal.
Desde el inicio de la temporada, Flick ha contado muy poco con Ansu Fati, y es que el alemán ha detectado una falta de confianza y de rendimiento en el atacante. Ansu ha mostrado síntomas claros de no estar al 100% en lo físico ni en lo mental, debido al constante temor de recaer en otra lesión. Cada vez que ha salido al campo, se le ha visto falto de velocidad, con movimientos imprecisos y sin la frescura que en algún momento lo caracterizó. La situación se ha vuelto insostenible, y tanto el cuerpo técnico como la directiva son conscientes de que el jugador no está contribuyendo como se espera de alguien que lleva el emblemático dorsal '10' del Barça.
Sin embargo, para Deco este es un verdadero quebradero de cabeza. El exjugador y ahora director deportivo tiene la responsabilidad de gestionar la salida de Ansu en enero, pero las opciones no son muchas. Con cada nueva lesión, el valor de mercado del joven delantero disminuye, y los posibles interesados pierden interés al considerar su historial médico. Además, Ansu cuenta con un salario elevado, lo cual complica aún más el panorama. La posibilidad de recibir una oferta de traspaso parece remota, y sería difícil que algún equipo estuviera dispuesto a asumir la ficha completa del jugador, por lo que una cesión o incluso una salida a bajo costo podrían ser las únicas alternativas viables.
Flick, por su parte, está presionando para que el club tome una decisión rápida. Considera que el equipo necesita liberar espacios en la plantilla y dar oportunidad a otros jugadores que puedan aportar más regularidad y garantías en el ataque. Para el entrenador alemán, mantener a Ansu en el equipo solo resta posibilidades de crecimiento a otros talentos, y afecta la planificación para lo que resta de la temporada.
La salida de Ansu Fati en enero es, sin duda, el desenlace que Flick y Deco desean, pero llevarlo a cabo será un verdadero desafío. En un mercado cada vez más exigente, encontrar un destino para un jugador con tantas interrogantes físicas y con una alta ficha será una tarea ardua para Deco, quien deberá esforzarse al máximo para desatascar esta situación y cumplir con los planes de Flick para el Barça.