Ya han pasado más de cuatro meses desde que se confirmó la marcha de Ousmane Dembélé del Barça, que fue considerada como una traición. Porque nadie esperaba que hiciera las maletas, después de mostrar su compromiso con el proyecto de Xavi Hernández, con el cual tenía una relación perfecta. Pero de la noche a la mañana, cambió de opinión y decidió aceptar la propuesta que le presentó el Paris Saint-Germain, que a nivel económico era inigualable.
Joan Laporta y Deco se quedaron atónitos cuando ‘El Mosquito’ comunicó que había tomado la decisión de salir del Camp Nou, y utilizar la cláusula de rescisión de 50 millones de euros que existía en su contrato. Una pérdida muy dolorosa, viendo que había sido trascendental en los sistemas del entrenador de Terrassa, y era uno de los cracks más destacados del ataque, gracias a las cualidades que atesora, que le hacen ser un futbolista determinante.
Pero con el tiempo se ha demostrado que en el Parque de los Príncipes se equivocaron a la hora de apostar por el ex del Borussia Dortmund y del Stade Rennais como sustituto de Leo Messi. Y es que está muy lejos de su mejor versión y de poder cumplir con las expectativas, y ha caído en los mismos vicios que marcaron sus primeros años en La Liga EA Sports. En prácticamente todos los partidos pasa desapercibido, y las estadísticas no engañan.
Tan solo ha visto portería en una ocasión y ha repartido seis asistencias en los 19 choques que ha disputado, unas cifras realmente pobres, si consideramos que es uno de los mejores pagados en el vestuario del PSG. Porque Dembélé actualmente percibe 20 ‘kilos’ netos al año, es decir, prácticamente cuatro veces más de lo que ganaba en el Barça. Y aunque Luis Enrique lo defienda siempre que es preguntado al respecto, las dudas no dejan de aumentar.
Nasser Al-Khelaïfi es el primero que no se muestra satisfecho con el campeón del Mundial de Rusia, que vuelve a ser un delantero irregular y poco consistente.
Dembélé y Kylian Mbappé, una dupla inexistente
La intención de Al-Khelaïfi era que Dembélé y Kylian Mbappé formaran una dupla imparable en el ataque del PSG, y que sembraran el pánico a todos los rivales. Pero la realidad ha sido muy distinta, y tienen una conexión inexistente, pese a que también son compañeros en la selección gala desde hace muchos años, y se conocen a la perfección.
En el Barça, además, no se olvidan de los constantes problemas de lesiones que le persiguieron.