Ousmane Dembélé va camino de protagonizar otro culebrón, como el que ya protagonizó el verano pasado por su renovación. El francés estuvo deshojando una margarita un largo tiempo: ahora me quedo, ahora no me quedo. Parecía que el futbolista del Barça estaba jugando al despiste, tal vez en su afán por conseguir un contrato mejor, o porque realmente no sabía lo que quería hacer.
El caso es que a ratos estaba dentro, a ratos estaba fuera. Esas eran sus declaraciones. Al final, el extremo francés, gracias en parte a la intervención de Xavi Hernández, acabó aceptando la propuesta de renovación de Joan Laporta, y se quedó en el FC Barcelona, alargando su vinculación al club blaugrana hasta 2024.
El Barça quiere renovar a Dembélé
Su contrato, como decimos, termina el 30 de junio del año que viene. Ha sido uno de los futbolistas clave para la plantilla de Xavi. El técnico egarense le profesa una fe ciega y se lo ha demostrado, además, el mosquito ha correspondido con creces a su entrenador, siendo uno de los jugadores más desequilibrantes del equipo.
Solo las lesiones, sabemos que Dembélé es de cristal, han apartado al extremo del equipo. Ese es uno de sus mayores handicaps. Sin embargo, Xavi quiere seguir manteniéndolo en su plantilla, consciente de que hay pocos extremos en el mercado con las características del francés, y menos por un precio asequible.
Así pues, en la entidad catalana tratarán de volver a renovar a uno de los mejores jugadores de la plantilla. Pero no las tienen todas consigo. Ya sabemos como es Dembélé, sabemos como se las gasta y de lo que son capaces él y su agente, ya lo demostró el año pasado, así que deberán ser cautos e intentar atarlo antes de que sea demasiado tarde.
La cláusula de Dembélé desciende
No obstante, como decíamos, será complicado. La calidad del extremo está fuera de toda duda y son muchos los grandes clubs que están tratando de seducirle para que abandone el Camp Nou. Además, la delicada situación financiera del conjunto catalán lo sitúan en una mala posición a la hora de negociar.
Por si fuera poco, la cláusula de Ousmane Dembélé es un caramelo. En aquella renovación del contrato, se llegó a un acuerdo en el cual la cláusula de rescisión de Dembouz pasaría de los 100 a los 50 millones de euros, el siguiente año, es decir, en cuanto acabe la presente temporada.
Pero, de esos 50 'kilos' el FC Barcelona únicamente recibiría 25 millones, pues la otra mitad, iría a parar directamente a los bolsillos del futbolista. Sin duda, sería una operación ruinosa para los intereses del Barça, que ya trabaja a contrarreloj para atar a su futbolista y que no se le escape.