El fútbol puede ser maravilloso, pero también puede ser un infierno. Y precisamente esto último es que la espera a Ousmane Dembélé en Montjuïc. El extremo francés se marchó del Barça con aplausos y después de no acabar de demostrar todo su potencial, pero a la primera de cambio que ha tenido para hacer daño, ha querido rematar al Barça y también hundirlo. Y encima lo celebra. Por eso los culés ya no le perdonarán nada.

Ousmane Dembélé celebró su gol contra el Barça

Todo el mundo recuerda cómo el Barça y los aficionados blaugrana han apoyado a Dembélé siempre que ha estado en dificultades. También después de las múltiples lesiones que ha tenido y sabiendo que no ha tenido la suerte que hubiera deseado desde un principio. Dembélé se ha sentido cuidado y querido en Barcelona, pero parece que eso ya es cosa del pasado.

Esta misma semana se enfrentó por primera vez contra el Barça en la Champions League. Y lo hizo jugando en casa, en el Parque de los Príncipes, donde se siente nuevamente querido. Y por eso no dudó en celebrar con mucha fuerza su gol, que no fue suficiente para ganar el partido. El gol del francés fue el empate a uno en el inicio del segundo tiempo. Y lo más curioso de todo es que si cuando jugaba en el Barça estaba acostumbrado a marcar, este gol conseguido contra los culés ha sido su segundo con el PSG y el primero con su nuevo equipo en la máxima competición europea.

Ousmane Dembélé celebrando su gol contra el Barça / Foto: EFE

Ousmane Dembélé vuelve a Barcelona

Y queda claro que esta celebración no ha gustado nada a los culés. Ya se han leído muchos comentarios contra Dembélé en las redes sociales. Todo por una celebración irrespetuosa contra el club que lo ha mantenido en los últimos años. Y si hubiera sido un futbolista normal no tendría que haber celebrado nada.

Los culés no tendrán ningún miramiento e irán contra Dembélé. Se espera que su retorno a Barcelona sea un infierno en mayúsculas. Y si es titular, que seguramente lo será, recibirá pitos y broncas cada vez que intervenga en el juego.

Ousmane Dembélé jugando contra el Barça / Foto: EFE

Pero más allá de Dembélé se tendrá que conseguir intimidar al resto de futbolistas rivales. El PSG tiene mucho potencial y se tiene que intentar que no esté cómodo en Montjuïc en ningún momento. No tiene que poder respirar ni a nivel futbolístico ni por la presión que pueda recibir desde la grada. Pero para saber la respuesta de todo nos tendremos que esperar al próximo martes por la noche, cuando se disputará el partido de vuelta de los cuartos de final de la Champions League en el Estadio Olímpico Lluís Companys.